El escritor Silvestre Vilaplana (Alcoi, 1969) se adentra en el thriller psicológico con 'El quadern de les vides perdudes', una obra en la que el autor alicantino invita al lector a vivir una intriga sobre el amor a la literatura pero, también, acerca de "la angustia de la duda" provocada por la pérdida de la memoria.

Así lo ha explicado Vilaplana en la rueda de prensa de presentación del libro, ganador del último Premio Alfons El Magnànim València de Narrativa que convoca la Diputación de Valencia. En el acto también han estado presentes el director de la Institució Alfons El Magnànim (IAM) de la corporación provincial, Ricardo Bellveser, y el director de publicaciones de Bromera, que ha editado el volumen dentro de su colección 'L'eclèctica', Joan Carles Girbés.

El relato está protagonizado por un anciano que, en el límite de la pobreza y a punto de ser desalojado de su hogar, se ve obligado a vender los libros que ha ido acumulando a lo largo de su vida y que intenta no perder del todo conservando en un cuaderno algunos de sus fragmentos más significativos. Una segunda trama describe un horrible crimen, una niña desaparecida, con la que el hombre no sabe hasta qué punto está relacionado porque sufre inquietantes lagunas de memoria.

Vilaplana ha admitido que se trata de una "historia dura y cruda", con un "fuerte componente psicológico" y que pretende poner de relieve que "la ficción es algo tan grande que puede ser el espejo de la vida o, incluso, la vida misma".

Además del recurso al suspense, la obra deja entrever sobre todo la importancia que el autor da a los libros y que se resume en una de las citas de la obra: "La verdadera vida, la vida finalmente descubierta y dilucidada, la única vida, por tanto, realmente vivida es la literatura".

Preguntado por si en este trabajo hay influencias de Stieg Larsson o Umberto Eco, el autor valenciano ha comentado que no hay nada de ellos "conscientemente" y ha agregado que, aunque la historia destila intriga, no tiene "nada que ver" con 'Millennium' o 'El nombre de la rosa'.

De igual modo, ha asegurado que cuando escribió 'El quadern de les vides perdudes' no estaba pensando en presentarse al Premio València. "No he escrito nunca pensando en un premio; escribes y solo puedes pensar en llevar la novela a buen puerto", ha explicado.

Vilaplana ha rememorado también el complejo proceso de construcción de este libro —en el que ha invertido unos dos años— y que ha calificado como un "sudoku divertido", ya que tenía que recabar citas literarias que fueran representativas de las obras a las que pertenecen pero que, al mismo tiempo, sirvieran para la acción de 'El quadern de les vides perdudes'.

Interrogado por cómo va a lograr evitar que sus alumnos en el instituto donde imparte clases lean esta historia —que el propio autor ha recomendado para lectores adultos—, Vilaplana ha contestado entre risas que la cuestión es "cómo conseguir que los estudiantes lean".

Club "honorable"

Por su parte, Ricardo Bellveser ha dado la bienvenida al escritor al "honorable club" de los ganadores del Premi Alfons El Magnànim un galardón, ha incidido, que está ayudando a formar "un tejido de narradores valencianos", entre los que ha citado a Francesc Bodí o Francesc Bayarri, entre otros.

Igualmente, el responsable de la IAM ha garantizado, en nombre de la diputada de Cultura, María Jesús Puchalt, la voluntad, "no solo de mantener, sino de hacer crecer" esta distinción, una de las mejores dotadas con 30.000 euros. De hecho, ha avanzado que la institución está estudiando la fórmula para poder traducir las obras ganadoras también al castellano.

En la misma línea, Joan Carles Girbés ha comentado que Bromera ha traducido al inglés algunos fragmentos de la obra de Vilaplana con el fin de que pueda tener vida en esa lengua. Y es que, ha recalcado, 'El quadern de les vides perdudes' es "la gran apuesta de la primavera" de la editorial valenciana, que ha realizado una tirada inicial de 4.000 ejemplares.

Silvestre Vilaplana cultiva la narrativa tanto para adultos como para jóvenes, así como la poesía. Es autor, entre otros títulos, de las novelas 'L'estany de foc', Premi Blai Bellver de Narrativa Ciutat de Xàtiva, y 'Les cendres del cavaller', biografía novelada de Joanot Martorell por la que fue distinguido con el Ciutat d'Alzira y el Premio de la Crítica Serra d'Or.