En la propia escalinata del avión, los reyes de España fueron recibidos por el rey de Mohamed VI, quien saludó a don Juan Carlos calurosamente y con dos besos en la mejillas.

El rey de Marruecos estaba acompañado por su esposa, la Princesa Real Lalla Salma, que no suele estar en este tipo de actos, y los cuatro hermanos del monarca: el príncipe Mulay Rachid, y las princesas Lalla Meryem, Lalla Hassna y Lalla Asma, y por el resto de miembros de la Familia Real.

Tras el recibimiento en el aeropuerto, don Juan Carlos y Mohamed VI subieron al coche que les llevaría hasta el Palacio Real, donde tuvo lugar la ceremonia oficial de bienvenida.

Músicos y bailarines, gentes llegadas desde todos los rincones de la ciudad y de numerosas aldeas bereberes de la cercana y nevada cordillera del Atlas animaron con sus ritmos tradicionales y exóticos el recorrido de la comitiva real.

Al concluir la ceremonia, Mohamed IV les ha presentado a su hijo, el pequeño Príncipe Hassán, que en mayo próximo cumplirá dos años.

Con él en brazos, la Princesa Real Lalla Salma salió del Palacio Real para acompañar a los Reyes a la que será su residencia durante su estancia en Marraquech, el Palacio Jenane Kébir, que por vez primera ha abierto sus puertas para hospedar a un jefe de Estado extranjero.

Esta tarde, tras la audiencia que el Rey tendrá con el primer ministro marroquí, los Reyes inaugurarán la exposición Marruecos-España: una historia en común, y asistirán por la noche, en el Palacio Real, a la cena de gala que les ofrecerá su anfitrión.