El gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido ceder la finca pública El Garzo de Las Rozas (propiedad del Instituto de la Vivienda de Madrid IVIMA) para crear un complejo deportivo que emule al Club de Campo de Madrid capital.

Las instalaciones, situadas en el espacio protegido Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, ocuparán 180 de las 403 hectáreas del terreno y serán gestionadas por una empresa privada que permitirá practicar, según el proyecto presentado hecho público, fútbol, natación, pádel, baloncesto y atletismo.

Las estrellas, sin embargo, serán el campo de 'biogolf' que ocupará la mayor parte de la superficie (18 hoyos, campo corto, campo infantil y campo de prácticas) y una hípica que contará con pistas de competición y de saltos, área de doma y cuadras.

El Club de campo es solo una idea, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y la consejera de Medio Ambiente, Anabel Mariño, lo presentaron por todo lo alto el pasado lunes acompañados de deportistas y ex deportistas de elite como el exjugador del Real Madrid Emilio Butragueño, el pívot del Baloncesto Las Rozas Iñaki de Miguel o el medallista olímpico en esgrima José Luis Abajo 'Pirri'. También acudió el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.

De hecho, el club aún debe pasar por el pleno del Ayuntamiento de Las Rozas y obtener la declaración de impacto ambiental favorable del propio ejecutivo regional. Y lo que es más importante, debe encontrar un inversor privado que se haga cargo de la construcción por 35 millones de euros y lo gestione por un período no inferior a 20 años. La Comunidad no ha aclarado si el acceso será libre o requerirá del abono de entrada.

El hecho de que la finca sea pública y que esté situada en un entorno protegido no es necesariamente un obstáculo, según la Comunidad de Madrid, ya que todas las construcciones atenderán a criterios de sostenibilidad y optimización de los recursos naturales. "Que se dé prioridad al medio ambiente sobre el deporte", precisó Aguirre.

A fin de evitar las protestas de los colectivos ecologistas, la presidenta afirmó que el complejo se situará en la zona de la finca con menos arbolado. Sin embargo, su construcción conllevará movimiento de tierras y tala de árboles, por lo que se replantarán 5.000 especímenes. En total, se espera que pasen por las instalaciones 400.00 personas al año.

Tras la presentación realizada por Aguirre, Ecologistas en Acción ha anunciado que alegará en contra el proyecto en cuanto se someta a información pública. La organización asegura que la Comunidad no va a entregar el cuidado de una finca pública a una empresa privada, sino que esta va a explotar un recurso de todos los madrileños mediante la "destrucción" de 108 hectáreas y poniendo en peligro el entorno del monte del Pardo.

Ecologistas también advierte que la Comunidad ya ha lanzado un proyecto similar en la zona noroeste, en la finca de investigación agroalimentaria y agroambiental El Encín de Alcalá de Henares. En marzo de 2011 Aguirre inauguró el campo de golf de 18 hoyos construido por la empresa Desprosa, a la que la Comunidad cedió 150 de sus 500 hectáreas.

La adjudicataria, que ya gestiona el golf Olivar de la Hinojosa, junto a los recintos feriales del Campo de las Naciones, invirtió 33 millones de euros en una concesión a 50 años. Por ello espera ingresar 13 millones anuales.

Alcalá Natura 21, la empresa pública regional que promovía los campos de golf, ha sido extinguida en el marco de los ajustes de ahorro impulsados por el Gobierno regional. El proyecto, recuerda Ecologistas, estuvo envuelto en la polémica, ya que la Comunidad se vio obligada a modificar la Ley del Suelo autonómica para poder cambiar el uso del suelo de El Encín, donde no se permitía el uso deportivo.