Jesús Martín, natural de Motril (Granada), ha aprovechado el chasis de su antiguo BMW de 1989 para construir un motor eléctrico con componentes adquiridos por Internet y con una inversión total superior a los 7.000 euros. El vehículo alcanza una velocidad nominal de 140 kilómetros por hora y su dueño trata ahora de conseguir los permisos necesarios para circular con él.

La historia de Jesús Martín comienza cuando hace un año perdió dos vehículos en un incendio fortuito, según ha explicado en declaraciones a Europa Press. Entonces, decidió recuperar un coche que tenía abandonado y convertirlo en un vehículo con motor eléctrico. La aventura comenzó este verano y ya tiene su automóvil preparado.

Lo primero que tuvo que realizar fue consultar en páginas de Internet especializadas los componentes que necesitaba. El único lugar donde ha encontrado todo lo necesario ha sido en Estados Unidos, donde ha realizado la compra de todas las piezas.

Una vez adquiridas, comenzó la adaptación del vehículo con motor de explosión a uno de propulsión eléctrica. Retirado el motor y el depósito del combustible, Martín tuvo que realizar varias modificaciones para adaptar el sistema hidráulico y eléctrico a la nueva fuente de energía. Este creador declaró que ha tenido que realizar algunas modificaciones para adaptar la dirección "al cambiar la bomba hidráulica por pequeños motores eléctricos". Para algunas piezas también ha tenido que recurrir a un tornero para que se adaptaran mejor a su proyecto.

Las baterías por ahora son de plomo, aunque ya está buscando, también por Internet, otras de litio que ofrecen mayor autonomía. La baterías que tiene ahora instaladas sólo le permiten recorrer entre 40 y 50 kilómetros, dependiendo de la velocidad. La red ha servido de gran ayuda para conocer las transformaciones que han realizado otros usuarios "ya que en EEUU hay muchas personas que deciden emprender el montaje de un coche eléctrico de forma artesanal".

De esta forma, el nuevo vehículo no contamina, ya que se elimina la generación de gases y también se reduce la contaminación acústica "ya que el motor eléctrico es muy silencioso". Asimismo, cuando el vehículo baja una pendiente o frena aprovecha esa energía para recargar las baterías ya que el coche se mueve por la inercia, según ha explicado Martín.

En términos económicos 'llenar el depósito eléctrico' supone el consumo de nueve kilovatios, lo que se traduce en 1,40 euros para 50 kilómetros. En un vehículo de gasóleo o gasolina ese trayecto consumiría unos tres litros de combustible, que está a más de 1,30 el litro. La velocidad nominal puede alcanzar los 140 kilómetros por hora.

AUTORIZACIONES

Si la transformación del vehículo y la adquisición de las piezas parece complicado, Martín considera que es lo más fácil de este proyecto ya que las mayores dificultades las está encontrando a la hora de "homologar el coche". Martín afirma que no ha encontrado a ninguna persona en España que se encuentre en su situación, la de un particular que haya transformado un coche "tradicional" en uno eléctrico.

Así, ha lamentado que mientras en otros países de la Unión Europea sólo con llevar el coche a la revisión de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y superar las pruebas ya está el trámite solventado, en España la administración exija "un certificado de conformidad de la marca, en este caso BMW, algo imposible de conseguir".

En la actualidad, Jesús Martín mantiene contacto con un ingeniero técnico de Navarra para que realice el proyecto y lo presente ante un organismo de homologación que a su vez "tendría que realizar ensayos, algo imposible de sufragar por un particular".