La eléctrica Zero S 2012 es ahora más eficiente y autónoma

En los últimos años la oferta de scooter eléctricos ha ido creciendo y es cada vez es más abultada y variada, si bien la mayoría de marcas no acaba de darse a conocer entre el gran público o están incluso aún por comercializar.

Sea como sea sólo hay una marca, la americana Zero, que realmente ofrece una gama de motos eléctricas completa en la que podemos encontrar motos tipo naked, trail, offroad y en una rica variedad de versiones.

La marca californiana ha demostrado con la renovada Zero S que con el ingenio y el trabajo de un equipo con experiencia en el sector una moto convencional también puede ser propulsada con energía eléctrica y tener altos márgenes de autonomía, y además con todas las ventajas de las ruedas de gran diámetro.

En este caso, la Zero S se nos presenta como una naked con vocación urbana e interurbana con unas prestaciones notables que la equiparan a motor de gasolina de 250 cc gracias a su potencia ligeramente superior a los 30 cv (unos 23 KW) y a su par motor de más de 60 Nm, que lanzan a esta naked por encima de los 140 Km/h.

Una de las novedades principales en el modelo 2012 la encontramos en su motor, que ha logrado alargar su autonomía de carga y vida útil. Hablamos de un motor sin escobillas refrigerado por aire forzado y con freno regenerativo para aprovechar la energía cuando aminoramos la marcha, aunque la novedad principal está en las baterías.

Éstas, de ion-litio, trabajan a menor temperatura y ofrecen mayores prestaciones y se ofrecen ahora en dos configuraciones: la ZF6 permite circular hasta 122 km y con la ayuda de accesorios opcionales de carga rápida puede recargarse por completo en unas dos horas.

Por su parte, la ZF9 ofrece mayor autonomía, con un límite de 182 km, pero el tiempo de carga es también mayor, de unas tres horas como mínimo gracias a los accesorios opcionales de carga rápida más sofisticados que pueden trabajar paralelamente al sistema de carga convencional.

Destaca por su lado la posibilidad de escoger entre dos modos de conducción, ECO y Sport, de los que también dependerá el rendimiento y la duración de las baterías.

El resto de novedades se han enfocado a reforzar su parte ciclo y hacer de ella una moto más segura, ágil y divertida. En cuanto al chasis, de doble cuna en aluminio, ha visto revisadas sus geometrías y es ahora más maniobrable y tiene un centro de gravedad más bajo.

Se han revisado igualmente los conductos de ventilación para las baterías y los protectores para la correa de la transmisión, así como los frenos, ahora con nuevos discos de mayor diámetro, pinzas de nuevo material y latiguillos metálicos, y las llantas de fundición en aluminio, que reducen la masa no suspendida y aportan mayor rigidez.

El precio sigue siendo el punto débil de las motos con este tipo de tecnología, ya que se sitúa sobre los 10.000 euros, aunque se pueda ver sustancialmente reducido gracias a las ayudas estatales para este tipo de vehículos.