El alcalde de Palma, Mateu Isern ha afirmado que el Ayuntamiento no realizará "ni una sola nueva inversión en 2012, porque no hay dinero" y que se tendrán que "rentabilizar al máximo la capacidad de gestión y los recursos" disponibles.

Isern ha asegurado que los presupuestos de este año están condicionados por la actual "crisis y la gestión de los últimos cuatro años del Gobierno socialista, donde hubo un gasto muy superior a los ingresos, que obligó al Ayuntamiento a endeudarse y reducir su liquidez prácticamente a cero".

El primer edil ha destacado que han "intentado plantear un presupuesto honesto de acuerdo con la realidad y realizado sobre previsiones reales de gastos e ingresos" y, por eso, han tenido que "renunciar a cualquier tipo de inversión".

Además, según ha declarado, "es importante señalar que tenemos que ser capaces de hacer un plan de futuro teniendo en cuenta la colaboración público privada, porque es una obligación".

"Los recursos no están en la Administración -ha explicado- sino en la empresa privada y será una dinámica que se deberá tener en cuenta para afrontar nuevos planes".

Por otra parte, "los recursos que generaremos se destinarán en gran parte en reducir deuda y amortizar y al pago de proveedores", ha añadido. "Estas dos medidas -ha agregado- nos vienen obligadas por el presupuesto, pero tendrán un aspecto positivo respecto a la reactivación económica y lucha contra el paro".