El juez de Palma prohíbe a Ruiz-Mateos salir de España tras su comparecencia

  • Ruiz-Mateos se niega a declarar porque no cree en la Justicia.
  • Estaba citado en relación a dos estafas por la venta de sendos hoteles.
  • A la salida ha acusado al presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, de "manejar a los jueces como quiere".
El empresario José María Ruiz-Mateos, durante una de sus visitas a los juzgados.
El empresario José María Ruiz-Mateos, durante una de sus visitas a los juzgados.
Isaac Buj / EFE
El empresario José María Ruiz-Mateos, durante una de sus visitas a los juzgados.

El empresario José María Ruiz-Mateos se ha negado a declarar este martes en los juzgados de Palma en los que estaba citado por sendas estafas en la venta de dos hoteles porque no cree en la Justicia.

En sus dos comparecencias en los juzgados de instrucción números 3 y 9 de la capital balear, Ruiz-Mateos se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar, por lo que tan solo ha estado una hora en la sede judicial.

El juez ha acordado prohibir la salida de España del empresario, que deberá comparecer periódicamente ante el juzgado. Ambas medidas habían sido solicitadas por el fiscal. Este mismo jue, el de instrucción número 9 de Palma, acordó la mismas medidas cautelares para sus seis hijos varones tras declarar el pasado 12 de enero.

A su salida de los tribunales, Ruiz-Mateos ha afirmado que no declaraba porque no cree en la Justicia y ha insistido en que no se arrepiente de nada y que lo único que ha hecho es trabajar por los demás. También ha acusado al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, de "manejar a los jueces como quiere".

Tras su comparecencia ante el Juzgado en calidad de imputado, Ruiz-Mateos ha hecho el símbolo de la victoria con las manos y ha afirmado que su imputación en este caso es una "pena", al tiempo que ha dicho que es un "cachondeo integral". "Son unos malvados y se trata de una victoria triunfante y victoriosa y, si me crucifican, más, maricones", ha espetado el fundador de Nueva Rumasa.

Fuentes jurídicas del caso han explicado a Efe que ahora previsiblemente los jueces decidirán si dictan alguna medida contra el empresario, que estaba advertido por una de las magistradas que ordenaría su detención si no comparecía hoy en su tercer citación.

Pasadas las 11.15 horas, el empresario ha salido de los juzgados acompañado de uno de sus hijos.

Ha llegado con retraso

Ruiz-Mateos ha llegado con retraso a los juzgados de Palma debido a un problema en el vuelo que lo trasladaba a Palma, lo que fue comunicado al juzgado, según fuentes jurídicas.

El empresario ha llegado a las 10.09 horas a la sede judicial acompañado de su abogado y uno de sus hijos.

Ruiz-Mateos estaba citado a las 9.30 horas en el juzgado de instrucción número 3 de Palma por una demanda sobre una supuesta estafa en la venta de un hotel de Mallorca.

Después, por otros hechos parecidos, debe comparecer en el juzgado de instrucción número 9, cuyo titular dictó el pasado día 12 medidas cautelares contra los seis hijos varones del empresario, a quienes prohibió su salida de España tras prestar declaración.

"Como un reo de mala muerte"

A su llegada a los tribunales, Ruiz-Mateos ha dicho a los periodistas que las causas en las que tiene que declarar están provocadas "por un banquero" y que piensa "ser explícito y hablar muy claro".

"No me arrepiento de nada, me siento feliz y orgulloso de haber trabajado para la clase obrera", ha dicho el empresario.

Preguntado sobre su estado de salud, ha dicho encontrarse "maravillosamente bien".

"El buen humor no me lo han estropeado, pero me obligan a venir a la fuerza como si fuera un reo de mala muerte", ha añadido.

El juzgado de instrucción número 3 de Palma investiga la querella del empresario Francisco Miralles por una supuesta estafa de casi 14 millones de euros en la venta del hotel Eurocalas, situado en Calas de Mallorca.

Miralles vendió en 2006 a una empresa de Zoilo Pazos, sobrino de Ruiz-Mateos, el hotel Eurocalas por 24 millones de euros mediante un contrato en el que el empresario y sus hijos varones actuaron como avalistas.

Miralles asegura que los Ruiz-Mateos le deben 13.931.087 euros, más los intereses de demora, por el establecimiento turístico, sobre el que además pesa una hipoteca de 19 millones de euros.

Varios de sus hijos, así como su sobrino, declararon en su día ante este juzgado palmesano y atribuyeron al patriarca de la familia la decisión de comprar el hotel y las posteriores gestiones en torno a él.

En el juzgado de instrucción 9 Ruiz-Mateos deberá responder por otra querella relativa a la venta de otro hotel por parte de la familia Radó.

En esta causa se investiga la venta a plazos de un hotel por un procedimiento similar al anterior caso, ya que sobre él los empresarios también constituyeron luego una hipoteca y, posteriormente, dejaron de pagar el dinero de la compra.

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