Más de 40.000 personas, según han coincidido la policía y los convocantes, se han echado a las principales calles de Alicante para protestar contra los recortes en educación en la mayor manifestación registrada en la ciudad en las últimas décadas.

Según fuentes policiales la masiva afluencia de manifestantes ha "desbordado todas las previsiones" ya que la plataforma convocante vaticinaba la asistencia de unas 7.500 personas.

Los mandos policiales han indicado que en los últimos 20 años solo recuerdan una marcha parecida en Alicante con motivo del rechazo a la guerra de Irak y tras los atentados del 11 de marzo.

La magnitud del seguimiento se refleja en que cuando la pancarta cabecera alcanzó el objetivo final de la manifestación frente a la sede del Consell valenciano, una hora después de salir, aún había manifestantes que no habían podido empezar a caminar en el punto de partida, las escalinatas del instituto Jorge Juan.

Esta situación ha dificultado la labor de la policía local dentro de su operativo para cortar el tráfico en las calles por donde iban a pasar los manifestantes.

Con la pancarta "Per un enseyament public de qualitat. No a les retallades" (Por una educación pública de calidad. No a los recortes), la marcha ha estado repleta de pitos y pancartas con lemas como "Gobierno manostijeras", "Estamos sin tizas" y "No hay futuro sin educación", y cánticos como "En mi instituto, no hay un puto duro".

En la cabecera han estado representantes sindicales, como Consuelo Navarro, de CC OO, y políticos, como Elena Martín (PSPV-PSOE) y Mireia Mollá (Compromís), y debido a la cantidad de personas a mitad de recorrido han sido adelantados por centenares de jóvenes de institutos.

Parte de las 40.000 personas han procedido de la mayor parte de las comarcas de la provincia, muchas de ellas llegadas en autobuses y trenes.

La lectura del manifiesto se ha retrasado casi dos horas para facilitar la llegada del grueso de los manifestantes al entorno de la sede de la Generalitat en la ciudad, en el paseo de Doctor Gadea.

El documento repasa la delicada situación de la educación pública y pone el acento en exigir a las autoridades valencianas "más inversión y más calidad" con medidas concretas, como el refuerzo de las plantillas de profesores y la eliminación de los barracones, así como más ayudas al comedor, transporte y para material escolar.

También en la capital del Turia miles de personas se han manifestado por las calles de Valencia en defensa de la educación pública y contra los recortes presupuestarios en este sector, bajo el lema "Más inversión, más calidad, más valenciano, más dignidad".

Los manifestantes (más de 70.000 según la organización) llevaban adhesivos con la frase "no dejes que te recorten" y han coreado lemas como "En Educación, no a los recortes", "Devolvednos el dinero ladrones del gobierno", "Menos corrupción y más educación", y "No es una crisis, es una estafa".

Entre los asistentes había personas de todas las edades, representantes de colegios e institutos, de asociaciones de padres y madres de alumnos y vecinales, así como dirigentes de partidos de la oposición, como la coordinadora de EUPV, Marga Sanz, y el portavoz de Compromís, Enric Morera.

La presidenta de FAPA y portavoz de la plataforma, María José Navarro, ha asegurado que la situación de la educación pública es "insostenible" con recortes del profesorado, falta de dotación para gastos ordinarios y una deuda del Consell de 60 millones, y ha defendido que todo el mundo salga a la calle a defender la calidad de la educación pública.

Miguel Ángel Vera, de la federación de enseñanza de CC OO, ha explicado que este es el inicio de una semana de protestas, ya que el lunes irán a los centros con camisetas negras, el martes por la tarde se harán actividades culturales y cenas en los colegios, y el jueves habrá concentraciones por la mañana y una manifestación por la tarde.

Marc Candela, del STE-PV ha reclamado el abono inmediato del dinero para que los centros públicos puedan pagar la luz, el teléfono o la calefacción, y ha exigido la retirada del decreto-ley "que recorta entre un 10 y un 20% el salario de los funcionarios para pagar las facturas de la corrupción y el derroche".

Según el manifiesto de la plataforma convocante, "el único culpable de la crisis" en la Comunitat es el Consell, "que ha dilapidado los impuestos en una política económica desastrosa y ha tirado el dinero en proyectos ruinosos, desde Terra Mítica, al aeropuerto sin aviones de Castellón".

El manifiesto asegura que el Gobierno valenciano quiere "desmantelar" los servicios públicos y fomentar un modelo de escuela privada y elitista para lo que han iniciado "una escalada de privatización sin precedentes".

En el texto, la plataforma reclama la retirada del decreto-ley, el abono de las deudas y el fin de los recortes, y pide a la consellera de Educación, María José Catalá, que escuche "el clamor" de miles de personas que piden que "invierta más, potencie el valenciano, trabaje por la calidad y dignifique la educación pública".