EKA/OCUV rechaza abrir comercios en festivos porque no quiere "una sociedad frenética que trabaja y consume sin tregua"

Cree "inaceptables" los insultos a los comerciantes y censura "esas maneras", aunque asegura coincidir "en el fondo"

La asociación de consumidores y usuarios vascos (EKA/OCUV) se ha mostrado en contra de la apertura de comercios en días festivos, porque no quieren una sociedad "abierta 24 horas" y "absolutamente mercantilizada y frenética, que trabaja y consume sin tregua".

En un comunicado, EKA/OCUV ha rechazado una sociedad "sin tiempos y sin espacios para el descanso sin más, para el encuentro sin consumo, para el ocio sin negocio, para la convivencia y las relaciones humanas sin tarjeta de crédito por medio".

Según ha precisado, las tiendas que abrieron los domingos 18 de diciembre y el 8 de enero en Bilbao actuaron "de acuerdo a la ley y en contra de la costumbre".

Así, ha recordado que, en la Comunidad Autónoma Vasca, los locales comerciales de más de 150 metros cuadrados pueden trabajar un máximo de ocho festivos al año, a su elección, "pero no suelen ejercer ese derecho, de ahí, la novedad, la expectación, la fuerte respuesta sindical (ELA, LAB, CC.OO. y UGT) y el amplio eco mediático y social de lo ocurrido".

EKA/OCUV ha considerado "reprobables y contraproducentes para los intereses de sus autores ciertas manifestaciones de dicha protesta, especialmente los inaceptables insultos a los comerciantes, que no hacían nada ilegal, y a los consumidores, que tampoco". En ese sentido, ha dicho que rechazan "esas maneras", pero coinciden "en el fondo".

La asociación ha indicado que los sindicatos "se movilizan contra la merma de derechos y la precarización de las condiciones laborales, que estiman trae consigo la apertura comercial en domingos y festivos" y EKA/OCUV comparte "ese diagnóstico y esa preocupación".

La organización de consumidores ha confiado en que "la liberalización de calendarios-horarios comerciales no avance en Euskadi, como lo está haciendo en otros sitios y como parece ser, por desgracia, la tendencia general".

EKA/OCUV ha asegurado que es falso "y así lo indican las encuestas", que a los consumidores les gustaría tener la posibilidad de comprar cualquier cosa, cualquier día, a cualquier hora.

Según las encuestas realizadas por EKA/OCUV, para el 94 por ciento de los encuestados es suficiente abrir de lunes a sábado para hacer sus compras, el 4 por ciento cree que deberían abrir todos los días de la semana y el 2 por ciento que deberían abrir más horas.

En opinión de la asociación, "la gran mayoría de los consumidores ni necesita ni reclama tiendas abiertas los domingos y los días de fiesta y no existe esa demanda, o es mínima". Por el contrario, los consumidores, en general, consideran que "con seis días a la semana, de diez de la mañana a ocho de la tarde, salvo el rato de comer, tenemos suficiente para abastecernos".

Asimismo, ha dicho entender que los trabajadores, tanto empleados como propietarios o autónomos, del sector comercial "también tienen derecho al descanso semanal, como casi todo el mundo por estos pagos".

Por otro lado, EKA/OCUV ha señalado que, "como en casi cualquier debate, tampoco en éste falta la demagogia, la de los partidarios del todo abierto todos los días y a todas horas que equiparan las tiendas con otros servicios públicos o servicios al público, como la hostelería, los cines o los quioscos, que lógicamente trabajan más cuando la mayoría de la población no trabaja, e incluso el transporte, los bomberos, los hospitales, la policía, que no pueden cerrar ni un solo día, por definición".

Sin embargo, ha advertido de que "poder comprar un kilo de carne, un pantalón, una lámpara o un souvenir en domingo, o el 1 de mayo o el 25 de diciembre, no es un servicio público esencial".

Tras afirmar que el comercio minorista "no quiere trabajar en festivos ni que lo haga el gran comercio, que obviamente sí lo desea", porque "saben que no van a vender más por tener la posibilidad de hacerlo también en domingo", EKA/OCUV ha recordado que, en el caso de Madrid, los sindicatos de los trabajadores del sector y las agrupaciones de pequeños y medianos comerciantes "han augurado que, con esta desregulación total, en dos años habrá bajado la persiana el 30 por ciento de las tiendas pequeñas y medianas".

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