Con una nutrida y reconocida carrera de casi cincuenta años a sus espaldas, Emilio Gutiérrez Caba compagina una apretada agenda de trabajo en cine, teatro y series como Gran Reserva.

¿Cuál es su aportación personal a este personaje clásico?

En esta versión, el profesor Van Helsing es el padre de Lucy, que sufre la muerte de su hija, así que conforma un mosaico distinto. Le conmociona pensar que se pueda dar la inmortalidad a través de la sangre de otros. Es como el proceso del nacimiento, damos la sangre a nuestros hijos y nos perpetuamos en ellos.

¿Le tienta la inmortalidad?

Si todos pudiéramos ser inmortales, sería divertido, pero como los demás se van, crearían vacíos imposibles de llenar. Yo firmaría por una buena desaparición.

¿Necesita la sociedad un Van Helsing que nos libre de los vampiros económicos?

Necesita cambiar su escala de valores. Todo en la historia tiene un trasfondo económico. Parece que el dinero crea una seguridad, incluso ante la muerte, y la cultura ha podido con eso.

Se encuentra muy activo en una edad en la que, para las actrices, es difícil encontrar papeles.

Sí, ellas tienen un elemento de estética que, equivocadamente, se confunde con el buen hacer. Es un gravísimo error, pues cuantos más años tienes, mayor es tu madurez intelectual.

¿Qué opina de la nueva generación de su familia?

Irene Escolar es una excelente actriz, solo tengo elogios para ella, con 24 años tiene mucha madurez. Ha colocado muy alto el listón.

¿Cómo ve el cine, la tele y el teatro actual en comparación con el que se hacía antes?

Ahora hay dificultades, pero muy distintas a las de otras épocas. Estamos viviendo un momento apasionante, lleno de contradicciones. El teatro sigue manteniendo una gran calidad textual e interpretativa. El cine y la televisión han mejorado mucho en cuanto a técnica, pero quizá han bajado el listón de las ideas.