En otras, como la Biblioteca de San Nicolás, donde pueden ir a estudiar unas 300 personas, sí cuentan con este aparato aunque aún no se ha encendido y la temperatura ha sido en algunos días bastante alta.
Para los que decidan evadir las altas temperaturas que llegarán con la oscuridad de la noche, que sepan que sólo podrán acudir al Aulario, la única sala que permanece abierta 24 horas todos los días.
Los fines de semana la oferta de estudio también se reduce. Las bibliotecas de las facultades están cerradas y las salas de estudio sólo abren por la mañana. El Aulario es la única opción para el domingo, aunque la Politécnica también abre el sábado por la tarde.
Buen servicio
Por lo general, los usuarios de las bibliotecas y salas de estudio se muestran contentos. La mayoría son asiduos y reconocen que, aunque en plena época de exámenes están hasta arriba, la gente es respetuosa con el silencio. El único problema es el calor en algunas como la de Medicina y Arquitectura y el hecho de que en Derecho aún no esté lista la nueva biblioteca que, además, no tiene fecha de inauguración prevista. Lo que hay que tener claro es que quien quiera contar con un sitio debe ir prontito porque ningún compañero le podrá guardar una mesa.
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