Cuando no lo suben los ayuntamientos, lo sube el Gobierno central. El impuesto de bienes inmuebles (IBI) se ha convertido en la gallina de los huevos de oro a la que acuden las administraciones para llenar las arcas públicas. El pasado junio, el Ayuntamiento de Madrid ya aprobó una revisión catastral, elaborada por el Ministerio de Economía a petición del entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Aquel catastrazo iba a provocar una subida anual del IBI del 5,7%.

Pero, finalmente, ese incremento irá más allá: el Consejo de Ministros de Rajoy aprobó el viernes un real decreto de medidas urgentes que contempla una subida del tipo impositivo del IBI para todos los municipios. En el caso de la capital, el aumento será de un 4%, lo que elevará el recibo un 9,7% de media para 700.000 propietarios, la mitad de los existentes en la capital.

El impuesto de bienes inmuebles se compone del tipo impositivo y del valor catastral de la vivienda. Para calcular el importe que debe abonar el contribuyente, se aplica el coeficiente del tipo a la base imponible del valor catastral.

El primero de los elementos lo manejan los ayuntamientos, y el segundo es fijado por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, el decreto de Rajoy ha alterado esta regla de forma "extraordinaria", ya que obliga a las entidades locales a subir el tipo aunque sus ordenanzas fiscales digan lo contrario (el Ayuntamiento madrileño había aprobado una congelación que ahora queda sin efecto). "Se establece la aplicación transitoria y excepcional de un incremento del tipo impositivo del IBI", apunta el decreto estatal.

La subida será aplicable en el recibo de 2012 (que llegará en noviembre) y se extenderá hasta 2013. El decreto afecta al 50% de las viviendas con mayor valor catastral de la ciudad. Según el Ministerio de Hacienda, se excluyen las casas de menor valor "para evitar penalizar a las rentas más bajas".

En Madrid, esa subida cercana al 10% afectará a los 700.000 propietarios cuyos inmuebles están tasados en más de 89.000 euros. Este valor no se debe confundir con el precio de la vivienda en el mercado. Cada dueño puede consultar el valor asignado a su propiedad a través de la web de la Dirección General del Catastro.

El Gobierno central ha establecido tres tramos de subidas del tipo (4%, 6% y 10%), en función de la fecha en la que se haya efectuado la revisión catastral. A Madrid le corresponde el 4%, ya que el último 'catastrazo' se aprobó recientemente, en junio de 2011. También se aplica este aumento a las otras cuatro grandes ciudades de la región: Móstoles, Alcalá de Henares, Alcorcón y Fuenlabrada.

La subida final rondará el 9,7%, lo que supone 31,3 euros más en el recibo de una familia media (con un piso de 90 m2 en un barrio de clase media de la capital). En 2011, el contribuyente estándar ha pagado 322,7 euros. Con la subida del 5,7% del catastro, su factura debería haberse quedado en 341,1 euros. Pero el 4% adicional decretado por Rajoy eleva el recibo, finalmente, hasta los 354 euros de media. Los madrileños pagarán este año 595 euros en tributos locales, sumando la subida extraordinaria del IBI, el ‘numerito’, la tasa de basuras, la de vados y la tarjeta del SER.

El decretazo de Rajoy se suma a los tarifazos que sufrirán los madrileños con el cambio de año. Las autopistas, los parquímetros y el agua suben más allá del IPC (2,4%, en diciembre). Los peajes son un 3,2% más caros, el SER aumentará un 10% en el centro desde primavera y el recibo del Canal se encarece un 3%. También ha subido el taxi (un 1,6% más de media), aunque las nuevas tarifas ya se vienen aplicando desde diciembre. El transporte y la electricidad no suben, aunque podrían hacerlo a lo largo del año.