Personajes como Steve Jobs, Elizabeth Taylor, Amy Winehouse, Jane Russell, Jorge Semprún, y Josefina Aldecoa son sólo algunas de las figuras del mundo de la cultura que fallecieron en 2011, genios que a pesar de haberse ido, han dejado un legado que sobrevivirá al paso del tiempo.

Los escritores Jorge Semprún y Josefina Aldecoa, los actores Juanito Navarro, Florinda Chico y María Isbert, y el cocinero Santi Santamaría fueron algunos de los españoles a los que hubo que dar el último adiós.

Una de las pérdidas más trágicas de 2011 fue la muerte repentina de la cantante y compositora británica Amy Winehouse. La diva del soul fue encontrada el pasado agosto en su domicilio sin vida, a causa de una sobredosis de alcohol.

El 6 de octubre y a los 56 años, falleció un verdadero genio contemporáneo, el cofundador de Apple, Steve Jobs, debido a un cáncer de páncreas. Jobs será recordado por revolucionar el mundo de la tecnología con productos como el iPod, el iPad o el iPhone.

El mundo del celuloide, por su parte, se teñía de negro en febrero y marzo para despedir a dos de las estrellas emblemáticas de Hollywood: Jane Russell y Elizabeth Taylor.

Conocida por ser la compañera morena de Marylin Monroe en Los caballeros las prefieren rubias, Russell fue una de las actrices más admiradas de los años cuarenta y cincuenta, y una de las bellezas más impresionantes de la historia del cine, casi tanto como su coetánea, la faraona Elizabeth Taylor.

Temperamental, carismática y rebelde, Liz Taylor fue una leyenda del Hollywood dorado, famosa por sus inmensos ojos violeta y sus brillantes interpretaciones en clásicos como "Mujercitas" (1949) o "Cleopatra" (1963).

Annete Charles y Jeff Conaway dejaron huérfano al clásico Grease (1978). Charles, que dio vida a Cha Cha Di Gregorio y se marcó un explosivo baile con John Travolta, falleció de cáncer a los 63 años. A Conaway, el rebelde y duro Kenickie, se le retiró la respiración asistida en mayo, tras dos semanas en coma.

También murieron el actor Peter Falk, más conocido como el teniente Colombo, y Bubba Smith, recordado por encarnar al agente Hightower en Loca Academia de Policía.

En España, el mundo del cine sintió la muerte de los actores Juanito Navarro, una de las figuras más destacada del género de la revista; Florinda Chico, conocida por sus éxitos en teatro como La Cenicienta del Palace o Las siete llaves; y la de María Isbert, recordada por sus papeles en "La gran familia" (1962) o "Amanece que no es poco" (1998).

La música lloró la muerte de grandes estrellas como el saxofonista Clarence Clemons, miembro de la E Street Band, el grupo que acompaña a Bruce Springsteen, o la del compositor británico John Barry, famoso por sus trabajos en bandas sonoras de James Bond, Born Free, "Memorias de África", "Bailando con lobos" y "Cowboy de medianoche".

La "diva descalza", Cesária Evora, cuyo papel fue fundamental para divulgar el "blues" caboverdiano, también nos dejó, como el cantante español Manolo Otero, una de las voces románticas más queridas en Latinoamérica en la década de los sesenta y ochenta.

Los amantes de la literatura sintieron la pérdida de maestros como al argentino Ernesto Sábato, recordado por sus ensayos como Hombres y engranajes (1951) o Heterodoxia (1953).

También la del escritor, intelectual, político y guionista español Jorge Semprún, exiliado en Francia tras el fin de la Guerra Civil española, o la de la escritora Josefina Aldecoa, fundadora del Colegio Estilo y ganadora de la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2006.

El escenario artístico se vistió de luto con la muerte de dos genios: Cy Twombly, el máximo exponente del expresionismo abstracto, y John Chamberlain, conocido por sus esculturas realizadas con metal prensado de chatarra y uno de los artistas más reconocidos del siglo XX.

Y en el mundo de la gastronomía, el reconocido cocinero español Santi Santamaría, defensor de la cocina tradicional y propietario del restaurante de Sant Celoni Can Fabes, con tres estrellas Michelin, fallecía en Singapur el 16 de febrero a los 53 años.