CCOO afirma que en 2010 uno de cada dos malagueños no cobró más del salario mínimo interprofesional

El sindicato CCOO de Málaga ha afirmado este viernes que el 48,4 por ciento de la población trabajadora cobró en 2010 por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que estaba establecido en 633,30 euros al mes.
Trabajador Extranjero
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EUROPA PRESS
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El sindicato CCOO de Málaga ha afirmado este viernes que el 48,4 por ciento de la población trabajadora cobró en 2010 por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que estaba establecido en 633,30 euros al mes.

En el estudio realizado por el sindicato en la provincia se revela que de las 581.822 personas que obtuvieron rentas derivadas de los rendimientos del trabajo, 281.655 trabajadores, un 48,4 por ciento, no percibieron más de 8.866 euros durante el año 2010. De la misma forma, 222.376 personas, un 38,2 por ciento, no consiguieron alcanzar la percepción correspondiente al SMI.

En el desglose por tramos, sólo 141.286 personas cobraron una media salarial anual de 1.777 euros; 81.090 trabajadores ingresaron una media de 6.594 euros anuales y 59.279 lograron percibir la cantidad correspondiente al SMI, es decir, una media de 8.666 euros durante el año 2010.

El secretario general de CCOO de Málaga, Antonio Herrera, ha criticado la congelación del SMI "porque no genera empleo y contribuye al fomento de la economía sumergida ya que las familias se ven incapaces de pagar sus gastos mensuales".

Así, ha considerado el anuncio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de "estafa electoral" y ha indicado que esta medida "no estaba contemplada ni anunciada en el programa electoral, con el añadido de que no va a generar empleo y va a contribuir a que recaiga aún más la crisis sobre los más débiles".

Ha denunciado que Málaga es "una de las provincias con los salarios más bajos de España", una situación que se debe al tipo de mercado laboral de la provincia "y que ahora mismo está sostenido por el sector servicios, caracterizado por la precariedad laboral con largas jornadas, bajos salarios, fraude en la contratación y una amplia economía sumergida".

En este punto ha insistido en la necesidad de cambiar el modelo productivo "que garantice la competitividad de los productos provinciales y una contención en los precios de los productos básicos para el consumo familiar tales como vivienda, transporte y alimentación".

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