Saltó de su Rusia natal (donde dirigía teatro y cine de culto) a Hollywood, donde firmó éxitos como Tango y Cash o El círculo del poder. Ahora tiene en cartel El Cascanueces, protagonizada por Elle Fanning y John Turturro.

El Cascanueces: una película infantil, pero muy oscura y adulta.

El llamado "cine familiar" ha cambiado: ahora se piensa más en que también guste a los mayores. Así que intenté narrar el sueño de un adulto a través de los ojos de niños.

¿Qué fue lo más difícil?

Como siempre, conseguir el dinero. Aquí, todavía más: es cara y oscura, y no son tiempos fáciles para ese cine.

¿Es más complicado hacer una película ahora o hace 20 años?

Ahora, sin duda. El público ha cambiado: se ha americanizado. Solo quiere películas de Hollywood, y eso provoca que las películas se parezcan más unas a otras. Pero El Cascanueces es distinta, y no tiene un gran estudio detrás.

Lleva 50 años rodando: ¿qué le ha enseñado esta película?

Muchísimas cosas... Aquí he aprendido mucho sobre efectos visuales, cosas que no podía ni imaginar. Los ordenadores hacen ahora que cualquier cosa sea posible.

Antes decía que el público ha cambiado, ¿los niños también?

Sí. Se han hecho mucho más sofisticados: saben de dónde vienen las cosas, manejan los ordenadores, y ya no les fascina ver la pantalla llena de efectos especiales. Hace falta algo más: hay que hacerles sentir. Porque, eso sí, les sigue encantando gritar, reír y asustarse en una sala de cine.

Gran parte del reparto de El Cascanueces eran actores infantiles: ¿qué tal se lleva, en general, con los niños?

Me encantan, por supuesto. ¿Que si les entiendo? No sé... Creo que es petulante asegurar que uno entiende a los niños. Creemos que sí, pero siempre son más complicados y sofisticados de lo que habíamos imaginado.

¿Cómo es Elle Fanning, la protagonista de su película y la actriz infantil más en boga de Hollywood?

Alguien extremadamente profesional. Y muy talentosa.

¿Cómo definiría el talento?

El talento es algo indefinible, inexplicable... Creo que viene directamente de Dios. El talento es como el dinero: o se tiene o se sueña con tenerlo.

¿Qué cine le gustaba de niño?

Viví la II Guerra Mundial, así que no tuve muchas oportunidades de ver películas. Pero recuerdo ver después muchas comedias musicales de los años treinta que me entusiasmaban. También recuerdo mi primera película de dibujos animados: fue Bambi, en blanco y negro y en un cine de Moscú.