Pablo Soto: "Ahora me van a tener que devolver lo que he gastado en abogados"

Como un David moderno que se enfrentara con varios Goliat. Sí, quizá es una metáfora manida, pero resume a la perfección la lucha que el programador Pablo Soto ha mantenido con algunas de las discográficas más poderosas del mundo y su patronal en España. Sony, Warner, Universal, EMI, y la patronal Promusicae le habían reclamado 13 millones de euros por lo que consideraban una infracción de propiedad intelectual y competencia desleal. Han perdido.

El Juzgado de lo Mercantil nº 4 de Madrid, ha desestimado íntegramente la demanda y condena en costas a las demandantes. Ahora, serán las discográficas las que tendrán que pagar a Soto.

El programador expresaba su alegría a través de Twitter tras conocer la sentencia. "Estoy llorando de felicidad, y acordándome mucho de mi hermano, que está buscándose la vida fuera de España y quisiera abrazarle". Poco después Soto aseguraba a 20minutos.es que los tres años y medio que ha durado el proceso judicial han sido muy duros, pero que ahora se siente "como si hubiera cruzado el desierto del Gobi sin cantimplora. Cuando estás luchando no te das cuenta, pero ahora echo la vista atrás y me emociono".

Y es que la demanda de las discográficas supusieron un antes y un después en la vida de Pablo Soto, se la "cambiaron". "Me guardo cómo me ha afectado en el plano personal, aunque ha sido muy duro, porque prefiero quedarme con lo que he aprendido". Sin embargo, en lo empresarial la demanda supuso un duro golpe: "tenía una empresa con ocho años de trabajo a sus espaldas y a raíz de la demanda tuve que reducir la plantilla a menos de la mitad. Las financiación se redujo a cero, nadie quería invertir en una empresa demandada por 13 millones de euros".

El programador, no obstante, es optimista. "Ya estamos levantando cabeza y además, como les han condenado a costas, porque la demanda no tenía razón, me van a tener que pagar todo lo que me he gastado en abogados".

Soto prefiere ser prudente y ante la pregunta de qué le parecerá a Ángeles González-Sinde (aún ministra de Cultura en funciones y precursora de la llamada ley Sinde) la sentencia, asegura que le "da igual". "Que piense lo que le de la gana, bastante tenemos nosotros con pensar en los atropellos que ella quiere hacer con los derechos de los usuarios".