Así es Corea del Norte, el estado más hermético del mundo que intriga a los países capitalistas

  • Es una de las zonas más militarizadas: cuenta con más de un millón de soldados.
  • Aunque no se ha confirmado, la comunidad internacional cree que posee suficiente plutonio como para fabricar al menos seis bombas.
  • Amnistía Internacional denuncia entre otras violaciones de derechos humanos las ejecuciones públicas ante grandes multitudes.
  • La infraestructura turística está poco desarrollada y aconsejan viajar en grupo.
Desfile del bando femenino de la milicia norcoreana con motivo del 60 aniversario del Partido de los Trabajadores en octubre de 2005.
Desfile del bando femenino de la milicia norcoreana con motivo del 60 aniversario del Partido de los Trabajadores en octubre de 2005.
REUTERS / ARCHIVO
Desfile del bando femenino de la milicia norcoreana con motivo del 60 aniversario del Partido de los Trabajadores en octubre de 2005.

La muerte del líder norcoreano Kim Jong-il a los 69 años ha puesto el foco de atención en Corea del Norte, un país que se describe como una república socialista autodependiente. Sin embargo, el origen socialista de este Estado asiático es relativamente reciente, cuando en 1945 pasó a estar controlada por la URSS. Anteriormente había estado unida a Corea del Sur y conformaban el Imperio Coreano, hasta que se anexionó a Japón a principios del siglo XX.

Con todo, no deja de sorprender el hermetismo presente en su economía y su política, que unido a las críticas por parte de las organizaciones de derechos humanos convierten a Corea del Norte en el país más opaco del mundo.

<p>Misiles</p><p>Militar</p><p>Derechos Humanos</p><p>Turismo</p>

Economía

¿De qué viven los norcoreanos? La industria conforma el 47,8% del PIB, seguido de los servicios (un 31,5%, según estimaciones de 2010) y de la agricultura (un 20,7%). Así, la industria y los servicios juntos suponen el 65% de la mano de obra del país (estimaciones de la CIA correspondientes al año 2008). Se desconoce la tasa de desempleo así como el índice de población que vive por debajo del umbral de la pobreza.

Las industrias principales de las que vive Corea del Norte son: productos militares, maquinaria de construcción, energía eléctrica, productos químicos, minería (carbón, hierro, piedra caliza, grafito, cobre, zinc, entre otros), metalurgia, textil, procesado de alimentos y turismo.

Teniendo en cuenta que su sistema corresponde al de una economía de planificación centralizada, todas las empresas pertenecen al Estado. Corea del Norte no forma parte del FMI ni del Banco Mundial, y ninguna de estas instituciones posee información detallada sobre la economía del país (salvo algún dato que proporciona el Banco Mundial sobre el consumo eléctrico, por ejemplo).

En términos generales, Corea del Norte "padece problemas económicos crónicos", según señala la CIA en su base de datos. El panorama económico que la agencia norteamericana relata es bastante negro: "La escasez de alimentos causada por problemas sistémicos todavía perduran, incluyendo la falta de tierra cultivable, pobre calidad del suelo, fertilización insuficiente y escasez persistente de tractores y petróleo", prosigue la CIA.

En cuanto al consumo de electricidad, Corea del Norte se encuentra muy por debajo de la media mundial (2.876,12 kwh en el año 2008, según datos del Banco Mundial), con tan solo 809,82 Kwh per cápita. El consumo eléctrico per cápita en España, por ejemplo, asciende a 6.315,5 kwh.

Las razones para entender el sistema de autosubsistencia de este país se resumen en un concepto: la ideología Juche. Es el pensamiento filosófico atribuido al presidente Kim il Sung (padre del recién fallecido Kim Jong-il), y que defiende la independencia económica y política frente a los demás países.

  • Energía nuclear

Uno de los puntos más controvertidos sobre Corea del Norte reside en su capacidad nuclear. Aunque no existen datos oficiales que lo confirmen (Corea del Norte ha amenazado en varias ocasiones de emplear sus armas nucleares, sin concretar), se cree que posee suficiente plutonio como para fabricar al menos seis bombas, pero se desconoce si han desarrollado un misil balístico capaz de hacer estallar una guerra nuclear.

En la última década, Corea del Norte ha llevado a cabo dos pruebas nucleares (uno en 2006 y otro en 2009) que han dejado entrever su potente capacidad y por consiguiente el empeño de la comunidad internacional para desnuclearizar el país. A pesar de que la ONU, Japón y Corea del Sur le han impuesto una serie de sanciones, no se han llegado a hacer efectivas.

En noviembre de 2010 Pyongyang confesó que tenía una planta de enriquecimiento de uranio con "miles" de centrifugadoras y estaba en proceso de construir un reactor nuclear de agua ligera. Estas actividades las achacaron a "propósitos pacíficos" para afrontar "la necesidad de energía". Sin embargo, Siegfried Hecker, el científico estadounidense que pudo conocer de cerca esa planta se quedó "sorprendido" por su capacidad.

Curiosamente, el mismo día en que anunciaron el fallecimiento de su líder Kim Jong-il, Corea del Norte ha llevado a cabo una prueba con un misil de corto alcance. Según una fuente oficial surcoreana citada por la agencia Yonhap, el misil impactó en el mar, en una zona de la costa este que no fue precisada. Añadió que nada apunta a que el lanzamiento sea una provocación relacionada con la muerte de Kim: "No lo vemos más que como una simple prueba", agregó el funcionario.

Política

El tipo de régimen establecido en Corea del Norte se estructura en torno a un partido único, el Partido de los Trabajadores de Corea (PTC). El órgano máximo del Estado es la Asamblea Suprema del Pueblo, que cuenta con 687 miembros. Hasta su fallecimiento, Kim Jong-il era el comandante supremo del ejército, presidente de la Comisión de Defensa Nacional y jefe del comité militar del PTC. En 2010 consagró públicamente como su sucesor a su hijo menor, Kim Jong-un, en una exhibición militar.

Según la propia ideología Juche, el aspecto militar es el más importante de la política de Corea del Norte. No se conocen datos oficiales ni de fuentes fiables sobre el gasto militar en Corea del Norte, según la base de datos de la CIA estadounidense.

Sin embargo, se sabe por el número de soldados que integran su ejército que es una de las zonas más militarizadas del mundo: el ingente Ejército norcoreano cuenta con más de un millón de soldados frente a 655.000 militares de Corea del Sur y los 28.500 que su aliado Estados Unidos tiene en la península ante la amenaza norcoreana.

El único país comunista con capacidad nuclear cuenta, paradójicamente, con unas Fuerzas Armadas que se basan en la cantidad, más que en la calidad, para presentarse como una amenaza ante su vecino del Sur. Aunque su arsenal dobla al de Corea del Sur, la tecnología utilizada por Pyongyang no supera los estándares de los años de la Guerra Fría: además de artillería, tanques o vehículos de transporte de tropas, cuenta con unos 300 Mig (un tipo de aviones) rusos de la época soviética, una veintena de helicópteros y misiles de corto alcance de origen chino, así como aviones de transporte de tropas que en otros países serían piezas de museo.

Pero también tiene un arsenal de misiles de corto y medio alcance que se cree ronda las 800 unidades y que podrían alcanzar Seúl, una ciudad con un área metropolitana de 23 millones de habitantes, la mitad de la población de toda Corea del Sur. Pyongyang dispone asimismo de misiles de largo alcance que podrían llegar hasta territorio japonés capaces de cargar ojivas nucleares, aunque las pruebas fallidas realizadas y el bajo nivel tecnológico de Corea del Norte no permiten asegurar que sean una amenaza real.

Derechos humanos

Otro de los puntos polémicos sobre el país norcoreano atañe a los derechos humanos: entre sus violaciones se encuentran la tortura, la pena de muerte, la detención y el encarcelamiento arbitrarios y la supresión de libertades, incluidas las de expresión y circulación. Dadas las dificultades de acceso al país apenas existen datos que permitan conocer la verdadera magnitud de estas violaciones de derechos humanos.

Según denuncia Amnistía Internacional, el régimen norcoreano realiza ejecuciones públicas ante grandes multitudes. Según una serie de informes que pudo conocer esta organización, algunos presos son ejecutados ante sus familiares mediante la horca o el pelotón de fusilamiento.

En el caso de la pena de muerte, la asociación internacional Hands Off Cain ha elaborado un ranking de países con más penas de muerte ejecutadas, y Corea del Norte está en el tercer lugar con 60. EE UU, otro de los países que practica la pena de muerte, permanece en un quinto puesto con 46 ejecuciones. China lidera esta clasificación, con un total de 5.000 ejecuciones.

Dentro de la supresión de libertades, cualquier asamblea o asociación no autorizada se considera "disturbio colectivo", punible legalmente, desvela Amistía Internacional. Además, aunque la libertad religiosa está garantizada por la Constitución, en la práctica está muy reprimida. AI denuncia que muchos cristianos están en campos de trabajo.

También es prácticamente imposible cruzar la frontera hacia China o Corea del Sur. En 2008 salió a la luz la ejecución de 15 norcoreanos en público por intentar huir o ayudar a otras personas a escapar a través de la frontera con China. Tras la ejecución, un funcionario norcoreano precisó que era una advertencia a los que intentasen cruzar la frontera de forma ilegal.

Los medios de comunicación nacionales sufren una férrea censura y el acceso a las emisiones de medios de comunicación internacionales está restringido. "Vimos poco y nos dejaron grabar menos", indicó en 2010 la periodista Rosa María Calaf al relatar su experiencia sobre el primer reportaje que una televisión española hacía en ese país, en junio de 2000.

Esta retaila de violaciones de los derechos humanos preocupan mucho en la ONU. Aunque no hace ni un día de la noticia de la muerte del dictador, la Asamblea General de Naciones Unidas ha adoptado una resolución de condena de la situación de los derechos humanos en Corea del Norte.

La resolución, que se vota anualmente en ese foro del organismo internacional, fue adoptada por 123 países, mientras que 16 se expresaron en contra, entre ellos China, y 51 se abstuvieron, y en ella se pide el "inmediato fin de las graves y sistemáticas violaciones" de los derechos humanos en Corea del Norte.

Turismo

Desde la propia web del Ministerio de Asuntos Exteriores español aconsejan "viajar en grupo o bien con traductor" a Corea del Norte. Los accesos al país se realizan a través de China. La infraestructura turística está muy poco desarrollada, por lo que los medios de transporte (taxis, autobuses) en Corea del Norte son escasos y no funcionan con regularidad (excepto en Pyongyang, donde existe una red de metro). Aparte de aconsejar no salir de la capital, los turistas extranjeros tienen prohibido conducir en todo el país.

Por otro lado, los viajeros "han de ir casi siempre acompañados de agentes designados por el Gobierno cuyas instrucciones han de seguirse con rigurosidad", indica Exteriores entre sus advertencias. "Quien abandone los itinerarios permitidos es considerado una amenaza para la seguridad nacional y corre el riesgo cierto de ser víctima del uso de la fuerza", añade.

En su propia página oficial para la promoción del turismo en el país, desglosan una serie de recomendaciones para aquellos viajeros interesados en adentrarse en esta cultura asiática. Está permitido entrar en el país con cámaras fotográficas, ordenadores y PDA y reproductores de Mp3 y de discos compactos. Sin embargo, entre los objetos que por lógica están prohibidos (tales como drogas, explosivos y armas), se encuentran otros un tanto polémicos que ilustran la opacidad del país: radio, sistema GPS, ordenadores portátiles con sistema de comunicación vía satélite, cámaras de vídeo y "cualquier otro artículo considerado peligroso por las aduanas nacionales", indican en dicha web oficial. El teléfono móvil está permitido desde que en 2008 el régimen de Pyongyang levantó la prohibición.

Por último, la web de turismo de Corea del Norte concluye sus recomendaciones con una frase dirigida a sus futuros turistas: "La RPD de Corea es uno de los países más seguros del mundo, por lo que en este sentido podremos movernos con total tranquilidad".

  • Guía para acercarte a Corea del Norte

La naturaleza del régimen norcoreano favorece en la misma medida el oscurantismo y el ostracismo. El hecho de que en el día a día la propaganda política sustituya de forma delirante a la información tiene una implicación para el resto del mundo: las noticias que llegan del país son tan alarmantemente escasas que para formarse una idea aproximada pero coherente es necesario sudar mucha tinta. Para cubrir esta laguna traemos un puñado de documentos que desde diferentes perspectivas ofrecen una visión (casi siempre personal, lo que no implica poco objetiva) de la vida en Pyongyang.

Artículos y libros

El recientemente fallecido Christopher Hitchens escribió, con su mala leche y genialidad habitual, un artículo sobre su visita a Corea del Norte. En dicho artículo (tiene traducción castellana -De visita en otro planeta- y está incluido en su libro Amor, Pobreza y guerra) Hitchens tasa los anacronismos y veleidades de un mundo en el que, como triste corolario,"todos son soldados, todos son delatores, todo es una unidad y todo es propaganda".

En una línea diferente, primando más las relaciones internacionales y la geopolítica, el escritor Robert Kaplan, famoso por sus Fantasmas balcánicos y otros libros de viajes, escribió hace hace 5 años un artículo sobre lo que él llamó las "siete etapas del colapso". Según sus vaticinios, las estructuras políticas que sostenía la dictadura de Kim Yong Il implosionarían en cadena, dando lugar a un nuevo foco de preocupación en lo que históricamente se viene llamando el "Asia inestable". Un punto de vista importante a partir del cual preguntarse sobre el futuro del país y del continente.

Documentales

Corea del Norte: acceso al terror, es un documental rodado por un equipo de reporteros de la BBC que, tras obtener el siempre difícil visado, consiguió rodar (a veces con permiso, otras sin él) algunos de los aspectos más criticados del régimen comunista. El testimonio es importante por varios motivos, entre ellos el de lograr, por primera vez, la confesión de un exmilitar del régimen que huyó del país y que aseguraba la existencia de campos de reclusión en los que se practicaban torturas. Este exmilitar fue detenido poco después de ser rodado el documental por los servicios secretos norcoreanos y llevado de vuelta al país, donde después de un arrepentimiento público al más puro estilo de los juicios-espectáculo soviéticos, se retractaba de todo lo dicho en los medios occidentales. No se le volvió a ver con vida.

En una línea, similar, aunque con una estética más moderna y canalla, los periodistas de Vice recogieron hace tiempo en otro vídeo sus "extrañas" peripecias por el país de la ideología Juche. Más llamativo y rápido que el de BBC, este documental, que se puede ver online en varias partes en su propia web, es quizá un punto menos periodístico.

Un cómic

Guy Delisle, un dibujante canadiense, publicó hace unos años Pyongyang, un sarcástico, y a menudo escalofriante retrato de la estancia de un occidental en la capital de Corea del Norte. Delisle, que llegó al país para supervisar el proceso de ensamblaje de una serie de historietas, plasma su vida cotidiana acompañado de guías y traductores (algo así como agentes secretos reconvertidos al sector turístico), trabajadores permanentemente militarizados y visitas guiadas (muy, pero que muy guiadas) por carreteras desiertas, paradas de metro como escenarios de teatro y monumentos ciclópeos (e inservibles).

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