El IV Foro de la Alianza de las Civilizaciones se abrió este domingo en Doha (Catar) con llamamientos al diálogo entre culturas y religiones como forma de evitar los conflictos y promover las transiciones pacíficas, especialmente en Oriente Medio y el Norte de África.

El espíritu de la Primavera Árabe sobrevoló las intervenciones en la inauguración de la cumbre a cargo de, entre otros, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el vicepresidente tercero del Gobierno español en funciones, Manuel Chaves, el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, o el presidente de Austria, Heinz Fischer.

Sin embargo, los mayores aplausos del Centro Nacional de Conferencias de Catar se los llevó un ausente, el primer ministro de Turquía, Recep Tayip Erdogan, quien, en un mensaje grabado y difundido en una pantalla, hizo una encendida defensa de la causa palestina y además criticó sin tapujos la represión del régimen en Siria.

Erdogan no pudo trasladarse a Doha por estar aún convaleciente de una intervención quirúrgica, pero su lenguaje claro y directo caló en muchos de los asistentes al foro, que se celebra por primera vez en el mundo árabe.

"Hay naciones que están disparando contra su pueblo y que son intolerantes. No podremos encontrar nunca la paz con estos problemas", subrayó Erdogan en aparente alusión a Siria, con la que Turquía mantiene un contencioso por la represión de las protestas contra el régimen de Bachar al Asad.

Respecto al conflicto palestino-israelí, aseguró que "mientras siga bombardeándose sobre personas inocentes, no se podrá hallar la paz en Oriente Medio" y defendió que su país incrementará su aportación a la UNESCO tras la retirada de la financiación de EE UU después de que este organismo aceptase a Palestina como miembro.

Para Ban Ki-moon, los valores de la Alianza, como el diálogo y el entendimiento, "están siendo puestos a prueba en lugares como Siria o el Norte de África".

El secretario general de la ONU consideró que el mundo se encuentra "en un punto de inflexión" en este momento y propuso cinco grandes ejes sobre los que actuar para "redefinir" el futuro.

Ban instó a otorgar poder a mujeres y jóvenes, además de pedir la prevención de los conflictos a través del diálogo, la construcción de un mundo más seguro, la transición en los países a través de la reconciliación y el desarrollo sostenible.

El vicepresidente tercero del Gobierno en funciones recordó que el Gobierno español propuso hace siete años al secretario general de la ONU la creación de la Alianza "para despertar la conciencia mundial y evitar que se levante un muro de incomprensión entre Occidente y el mundo islámico".

"Los recientes eventos en Oriente Medio y el Norte de África ponen de relieve la idoneidad del mandato de la Alianza, que puede contribuir a que se lleven a buen término las transiciones y reformas políticas por el impulso de las sociedades civiles", destacó.

Por ello, el vicepresidente tercero en funciones consideró que "el balance de la Alianza es ciertamente positivo. Se trata de una de las más importantes plataformas de diálogo cultural".

El vicepresidente brasileño, Michel Temer, por su lado, reconoció que el mundo vive un "momento histórico de turbulencias y grandes transformaciones que plantean grandes desafíos a la comunidad internacional".

Llamó la atención, al igual que la mayoría de participantes, sobre la importancia de solucionar el conflicto de Oriente Medio "con un Estado palestino libre y soberano capaz de vivir en paz y seguridad".