Mayores con demencia avanzada o con retraso mental severo están saliendo de su aislamiento gracias a las terapias con animales, que desarrollan la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y la asociación 'El perro que ayuda', y que consisten en la estimulación de los pacientes a través de dos perros entrenados, que son recogidos de refugios y rehabilitados para estas tareas y que cuentan con un perfil adecuado para cada caso.

Uno de los grupos de trabajo está formado por unas ocho personas con distintos tipos de demencia y una edad media de 80 años —entre 67 y 91—. Por las limitaciones que supone su estado físico se ha recurrido a otras intervenciones alternativas sumadas a las que ya les venían beneficiando como musicoterapia, reminiscencias y psicoestimulación.

Con este grupo se están trabajando habilidades cognitivas, es decir, atención concentrada, comprensión y expresión verbal; así como la socialización, la afectividad y la autoestima. Para ello, se interviene con una perra —Saco— cuyo carácter tranquilo y sensible, unido a un entrenamiento específico, le hacen apropiada para trabajar con estas personas, según ha informado la Orden Hospitalaria en un comunicado.

Con ello se pretende que las personas con demencia avanzada disfruten del contacto con el animal, sigan instrucciones, se expresen, permanezcan atentas y activadas tanto en aspectos cognitivos como motores. Además, el contacto con el perro les suele recordar vivencias pasadas gratificantes, han puntualizado.

Retraso mental profundo

El segundo grupo está formado por pacientes de entre 67 y 79 años con retraso mental severo y profundo. Las sesiones se desarrollan con Neo, un perro cuyo carácter es muy dinámico y activo y lo hace más tolerante a los ruidos y movimientos bruscos que pueden generar los residentes.

El propósito con este grupo es adecuar las frecuentes conductas disruptivas, activarlos y fomentar la interacción de estas personas disminuidas intelectualmente.

En el transcurso de las sesiones se ha visto un avance en relación tanto al contacto con el perro como a la capacidad de disfrutar de dicha experiencia, en el caso de aquellos residentes que en los inicios no se mantenían atentos o se mostraban recelosos.

Así, los profesionales trabajan con uno u otro perro dependiendo de las características del grupo a tratar, ya que Saco, al ser más sensible, se da cuenta de la predisposición de algunas personas a recibirla o no y se adapta a ellas siendo muy útil para determinados tipos de pacientes. Por su parte Neo, al ser más vital y enérgico, interactúa con estas personas para sacarlas de su aislamiento y conectarlas con la realidad.

Un día especial

La visita de los canes se realiza una vez a la semana y los mayores esperan ese día como algo "especial", han asegurado, suponiendo, además, un aliciente para sus estilos de vida.

Algunos de los residentes tienen importantes limitaciones en el ámbito físico, por lo que se desplazan en silla de ruedas; y sensorial, tanto visual como auditivo. Además, en general tienen tendencia a la inactividad y al aislamiento por el freno que les impone su patología y lo avanzado de su edad.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios tiene experiencia de estimulación con animales en otros centros, como en Ciudad San Juan de Dios de Ciempozuelos, y les consta los beneficios en sus intervenciones terapéuticas proporcionando bienestar humano.

El Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga pertenece a esta Orden Hospitalaria y, con 500 años de historia, está presente en los cinco continentes. Realizan diversas obras sociales, atendiendo diferentes áreas de intervención que van desde hospitales médico-quirúrgicos, atención a la discapacidad, salud mental, exclusión social y la atención integral a la vejez.