La Cuesta del Rey Chico, conocida como la Cuesta de los Chinos, el acceso histórico a la Alhambra, ha sido abierto este viernes al público después de los trabajos acometidos desde hace más de un año tras los desprendimientos producidos en los taludes que la protegen como consecuencia de las precipitaciones que se registraron en la primavera de 2010.

Las obras, que ha cometido el Servicio de Conservación y Jardines, Bosques y Huertas del Patronato de la Alhambra y el Generalife, se iniciaron en agosto de 2010 por el mal estado en el que se encontraba el talud que delimita las Huertas del Generalife con la Cuesta de los Chinos, ante "el riesgo que podrían acarrear para los visitantes desprendimientos producidos por la presencia de agua procedente de las filtraciones que se producen en las paratas de las huertas, de las aguas de riego o de las propias lluvias, y que originan que la matriz arenosa que traba los cantos escapase por los poros que dejan los conglomerados pudiendo generar accidentes".

La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada, María José Sánchez, y la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, han conocido los detalles de los trabajos realizados en este camino medieval, que han tenido el objetivo de "garantizar la seguridad" de los transeúntes.

Además, las obras han contado también con el asesoramiento de José Manuel Azañón, profesor titular de Geodinámica externa del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada, y el investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Francisco Javier Roldán García, junto a técnicos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Origen del nombre

El primer nombre Cuesta del Rey Chico, tiene su origen en la famosa leyenda histórica por la que Aixa, madre del 'Rey Chico', Boabdil, facilitaría la huida de su hijo para encabezar a los rebeldes, que estaban acantonados en el Albaicín contra su padre. Entre las muchas denominaciones que ha recibido, la más tradicional era de la de Cuesta de los Molinos, nombre con el que se designaba al barranco que separa las lomas del Geneneralife y la Alhambra.

A finales del siglo XIX también se la llamó cuesta de los Muertos, pues era el lugar de tránsito de las comitivas fúnebres desde la ciudad hacia el entonces Camposanto, situado en la zona más elevada de la Sabika. Finalmente, se conoce comúnmente como Cuesta de los Chinos desde que se empedró su tramo inicial a principios del siglo XX con cantos rodados.