Agentes de la Policía Nacional adscritos al Grupo Operativo de Extranjeros detuvieron el pasado jueves a un empresario gijonés por un delito contra los derechos de los trabajadores por contratar a ciudadanos portugueses y brasileños vulnerando la normativa laboral. Según el cuerpo, al menos ocho brasileños y diez portugueses formaban parte de su plantilla, sin cotizar a la seguridad social y en "condiciones abusivas".

Segun la nota de prensa, remitida a tal efecto por fuentes policiales, la investigación se puso en marcha a raíz del accidente que sufrió uno de los trabajadores. En el mes de setiembre a un peón de una empresa sita en Carreño le cayó una máquina encima de su mano derecha, produciéndole graves lesiones.

Desde el momento del accidente , el dueño de la empresa, le dio instrucciones precisas para que en el Hospital dijese que había sido un accidente doméstico y no laboral ya carecía de contrato y por tanto de cotización en la Seguridad Social.

Diversas contradicciones en las manifestaciones sobre el origen de las lesiones alertó a los médicos del Hospital Central que expusieron ciertas irregularidades en las causas esgrimidas por el paciente.

Esta circunstancia es el desencadenante de la investigación que lleva a cabo el Grupo Operativo de Extranjeros de Gijón ante la sospecha de que se está produciendo una posible contratación irregular de ciudadanos extranjeros por un empresario dedicado a las reformas y trabajos de albañilería.

Las investigaciones sobre esta empresa cuya sede social se halla en Carreño permiten conocer que, además de ciudadanos españoles perfectamente contratados y dados de alta en el régimen de la SS, trabajaban ciudadanos portugueses y brasileños procedentes de Portugal donde se ubicaba la empresa matriz de la que la asturiana es una filial.

Las pesquisas efectuadas sobre las condiciones laborales de los extranjeros ponen de manifiesto la precariedad de su trabajo. Se veían obligados a trabajar en festivos, carecían de las medidas de protección y seguridad y no se les abonaba sus salarios desde hacía meses aunque soportaban todo ello con la promesa de ser regularizados y del abono próximo de sus retribuciones.

La investigación efectuada de forma conjunta con las Inspección de trabajo y Seguridad Social culminó la semana pasada cuando el jueves día 24 fue detenido el empresario y revisadas sus instalaciones.

Se comprobó que en diferentes fechas habían trabajado en condiciones abusivas al menos ocho trabajadores de origen brasileño y otros dos de nacionalidad portuguesa. Los brasileños además se hallaban de forma irregular en España por lo que situación era de total indefensión para denunciar lo que acontecía. Este temor a la expulsión hace que su colaboración con la policía sea casi nula e incluso que algunos de ellos no hayan podido ser localizados.

Uno de los trabajadores brasileños contaba con un orden de detención expedida por un Juzgado de Llanes por lo que fue detenido y puesto en libertad tras la notificación judicial. . El empresario de 43 años de edad quedó en libertad el día 25 de noviembre.