Desde que salió de la clínica donde estuvo ingresada, Raquel Mosquera intenta llevar una vida normal, a pesar de los conflictos de tipo legal que ha mantenido con su familia.

Raquel está muy preocupada porque los rumores sobre el cierre de su peluquería están perjudicando a su negocio. Unas fotos en las que se la podía ver liquidando pelucas y postizos y llevándose a casa algunos objetos del local han provocado todo tipo de comentarios sobre una posible quiebra. Las clientes creen que la peluquería está cerrada y no van.

También en los últimos días se habla con especial insistencia de un posible segundo embarazo de la peluquera, quien intenta llevar una vida normal junto a su hija, a quien lleva todos los días a la guardería.

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