Becker cree "evidente" la necesidad de coordinar políticas fiscales europeas y crear una entidad para ello

Manifiesta que, en España, el cambio de política económica que aplique el PP puede "dar la vuelta a la situación"

El director de Recursos Corporativos de Iberdrola y ex consejero de la Junta de Castilla y León, Fernando Becker, ha considerado que la situación actual de la deuda soberana europea "pone en evidencia" la necesidad de coordinar las políticas fiscales europeas y ha propuesto la creación de una entidad conjunta para tratar este asunto.

El economista leonés ha impartido este jueves la conferencia de apertura de la séptima edición de Foroburgos, organizado por Caja de Burgos en la Casa del Cordón de la capital, donde ha reflexionado sobre la evolución de la crisis financiera y sobre las posibles soluciones que se pueden plantear en el futuro y que, en el caso de la Unión Europea, pasan, a su juicio, por la coordinación de las políticas fiscales y por la emisión de Eurobonos.

Ha explicado que, se han confirmado las llamadas de atención realizadas en los momentos de creación de la moneda única europea sobre que la Unión Europea no podía "ser consistente" sólo con la moneda y con políticas fiscales y soberanías independientes en cada uno de los países integrados en ella. "Ahora que aparecen dificultades se pone en evidencia necesidad de coordinar políticas fiscales y presupuestarias y de la creación de una entidad fiscal europea".

El origen del problema está en una crisis de carácter "financiero", como ha subrayado Becker, que apuntaba posibilidades de recuperación a principios de 2010 en un posible modelo económico de "uve o uve doble", ahora se vislumbra la idea de que la evolución se asemeje "más a un ele" con la duda de la inclinación negativa o estancada que pueda tener su línea horizontal.

Los problemas principales son la desconfianza de los mercados en la gobernanza y el deterioro institucional. Así, ha añadido que hasta hace poco la Unión Europea "resistía" con políticas fiscales que se intentaban coordinar con el pacto estabilidad y crecimiento y "parecía que las medidas económicas no podían ser otras". Sin embargo, no han sido llevadas a la práctica e incluso Fernando Becker ha advertido de que países como Francia y Alemania no cumplieron los objetivos, como Francia y Alemania.

Así, se ha originado una "falta de confianza" en los 'spreads' de la deuda, con bonos a diez años que alcanzan valores "que difícilmente pueden mantenerse en el futuro" porque se pone en duda la capacidad del repago de la deuda, lo que supone unos gastos muy elevados para mantener el déficit. Becker ha aventurado que este déficit "no es bueno ni malo por sí mismo" y que la deuda "tampoco es tan elevada", pero sin embargo los mercados valoran hoy en día la capacidad de las economías española, griega o italiana a devolver los intereses "dado su exiguo crecimiento".

Por ello, considera que "reconducir la situación de desequilibrio financiero" será una condición básica para recuperar la confianza de los mercados, porque ha advertido que "hay que ver hasta qué punto pueden las economías europeas soportar los crecimientos de sus primas de riesgo", sin dejar fuera del problema a países como Francia que, ha matizado, "antes se veían lejos de esta situación".

Rigor y austeridad

La resolución de la situación pasa, en opinión del directivo de Iberdrola, por aplicar políticas de rigor y austeridad y por "poner en valor el resultado", para lo que plantea "recuperar la confianza en base a los fundamentos y no a los sentimientos". Una vez se lleve a cabo la colaboración en la solución de los problemas con una unificación de las políticas fiscales de los países de la unión económica, se podrá aplicar otra de las medidas que cree necesarias, como es la emisión de Eurobonos.

Esta figura, según Becker, cuenta con la dificultad de convencer a los países que en el pasado "han ejercido la ortodoxia" de que "asuman las averías de otros", por lo que ha propuesto la posibilidad de discriminar entre deuda antigua y deuda nueva.

El economista ha esgrimido que, mientras la Unión Europea y Estados Unidos se enfrentan a estos problemas de desconfianza, las economías emergentes, que centran la temática de esta edición de Foroburgos, tampoco "parece" que vayan a ejercer como locomotoras de la economía, porque algunas como Brasil "parece que van a entrar en situación de ralentización". No obstante, ha reconocido que los países latinoamericanos y asiáticos sí que van a aumentar su interrelación, lo que trasladará el "foco de atención del desarrollo económico".

Conflictos sociales

Otra de las consecuencias de la crisis financiera ha sido el surgimiento de conflictos sociales en "el Magreb, Egipto o Estados Unidos" y otros movimientos como el 15M español, del que ha dicho que "tiene difícil entendimiento" y "sólo lo explica la indignación del ciudadano" frente a la respuesta que han dado las administraciones al problema.

Ya en términos nacionales, se ha referido especialmente al problema español del "deterioro institucional", con indicadores que sitúan al país "alejado" de los "líderes" en determinadas materias y con encuestas que indican que un 69 por ciento de los ciudadanos ya no confía en el Parlamento y un 71 por ciento no lo hace en el Gobierno. Con todo ello, las previsiones "más optimistas" hablan de un crecimiento de en torno al 0,6 por ciento para 2012 e incluso se apunta a la posibilidad de recesión, si bien ha manifestado que el "cambio político" y la nueva política económica que traiga puede "dar la vuelta a la situación".

El problema conjunto se debe enfrentar, ha puntualizado Fernando Becker, priorizando la diligencia por encima del gradualismo, pues cree que el ajuste ha de ser "inmediato" debido a que un proceso que lleve "años" evitaría asegurar la confianza.

Para esto ha apuntado varias misiones como "reducir brecha entre ingresos y gastos" y, no conformarse con conseguir la reducción de la deuda, sino que ha aseverado que sería "muy positivo" poder "trasladar a los mercados" que España es capaz de "ir por debajo del objetivo de déficit público".

De forma más concreta, ha planteado medidas como "repensar el modelo territorial para evitar duplicidades", "modificar el perímetro del estado del bienestar" y racionalizar su uso en el sentido de las acciones que ya han llevado a cabo determinadas comunidades autónomas; y una apuesta por el "contrato laboral único" que facilite la permanencia y evite dualidades. En estos términos, ha apuntado también a la revisión de la negociación colectiva debido a que considera que "la fórmula de café para todos no ha dado resultado".

Y también ha hablado del objetivo de reestructurar el sistema financiero, "recapitalizarlo y limpiar el balance entidades", con un ajuste que pueda afrontar la existencia de "activos tóxicos" pues ha defendido la idea de que se debe "evitar la mala calidad" en esta regulación. Con vistas al futuro, ha incidido en que los bancos "de inversiones" serán los bancos de desarrollo "una vez que la Eurozona esté estabilizada".

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