La Guardia Civil de Camargo ha esclarecido el robo con fuerza a una empresa sita en el Polígono La Cerrada de Maliaño, ha detenido al presunto autor, P.N.I., natural de Rumanía y de 30 años de edad, y ha recuperado la mayor parte de lo sustraído, siguiendo la pista de unas piezas de cobre y bronce que había en la empresa.

El robo, que ocurrió en la noche del 8 al 9 de noviembre pasado, fue perpetrado rompiendo una pared y una verja para acceder al interior de la empresa, que denunció la sustracción de un ordenador, un reloj, dinero, dos teléfonos móviles, una máquina de soldar y varias piezas de cobre y bronce, todo ello junto a dos bolsas de deporte con las que se supone se trasladaron todo estos efectos.

A los componentes del equipo de Investigación de la Guardia Civil de Camargo les resultó llamativo que junto a diferentes efectos de tecnología se hubieran robado piezas de cobre y bronce por lo que decidieron comenzar sus pesquisas intentando su localización para a su vez llegar al presunto autor del robo.

Realizadas gestiones por diferentes chatarrerías de la región, en una de ellas el mismo día 9 de noviembre se pudo saber que se habían vendido efectos de metal como los descritos, los cuales resultaron ser los robados de la empresa.

Gracias a este hallazgo se pudieron obtener datos de la persona que los había vendido, averiguándose que se trataba de un hombre vecino de Santander y natural de Rumanía.

Al no localizar a esta persona en su domicilio, los agentes montaron un discreto operativo para su detención. Sobre las 0.45 horas del pasado 16 de noviembre un hombre de las mismas características salía a la carrera de un portal de la calle donde reside, no atendiendo a las señales de alto de los agentes. Saltó una tapia de unos tres metros de altura y continuó la huída, hasta que pudo ser alcanzado en el Parque de las Llamas de Santander.

Receptación de un ordenador

Tras su detención un familiar se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Camargo haciendo entrega de un ordenador, dos teléfonos móviles y un reloj, que fueron reconocidos por los responsables de la empresa.

Tras esta recuperación se pudo saber que el ordenador se lo había vendido a otra persona vecina de Santander por lo que los agentes continuaron con las pesquisas para averiguar su identidad, siendo localizado y detenido posteriormente acusado de un delito de receptación.