Cuatro muertos y 40 heridos en Yemen durante una protesta para que Saleh sea juzgado

  • Grupos armados de supuestos partidarios del mandatario, que firmó el miércoles su renuncia en Arabia Saudí, abrieron fuego contra una protesta en Saná.
  • Los manifestantes criticaron a los partidos de la oposición que accedieron a firmar el traspaso del poder en treinta días y la celebración de elecciones.
  • Quieren que Saleh sea juzgado por los delitos cometidos.
  • El propio Saleh ha condenado lo ocurrido este jueves.
Un hombre es trasladado tras resultar herido durante las protestas en Saná.
Un hombre es trasladado tras resultar herido durante las protestas en Saná.
Khaled Abdullah / REUTERS
Un hombre es trasladado tras resultar herido durante las protestas en Saná.

Al menos cuatro personas han muerto este jueves en Yemen y más de 40 han resultado heridas por balas en una manifestación en la que se pedía que el presidente del país, Ali Abdalá Saleh, sea juzgado por sus delitos. Grupos armados de supuestos partidarios del mandatario, que firmó el miércoles su renuncia en Arabia Saudí, abrieron fuego contra una multitudinaria protesta en Saná.

Decenas de miles de personas emprendieron una marcha desde la plaza de Taguir (cambio), epicentro de la revuelta, y se dirigieron a la entrada de la calle de Al Zubeiri, que conduce a una zona de edificios oficiales, incluido el Palacio Presidencial. Los manifestantes gritaron consignas y levantaron pancartas en las que pedían que Saleh sea juzgado por los delitos cometidos y se alzaron voces que exigían incluso su ejecución.

Además, criticaron a los partidos de la oposición que accedieron a firmar la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que estipula el traspaso del poder en los siguientes treinta días y la celebración de comicios presidenciales.

Los asistentes a la marcha rechazaron que estos grupos, agrupados en la denominada coalición Encuentro Compartido, hayan "dado la oportunidad" al presidente yemení de abandonar el poder sin someterse a un proceso judicial por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes.

Manifestantes indefensos

La protesta estuvo protegida por las fuerzas del general disidente Mohsen al Ahmar hasta llegar a la calle Zubeiri, controlada por las fuerzas leales a Saleh. En ese punto, las fuerzas desertoras se retiraron y dejaron a los manifestantes indefensos ante las balas de grupos armados que iban vestidos de paisano y eran supuestos seguidores del presidente.

Además de los cuatro fallecidos, veinte de los heridos fueron alcanzados por disparos mientras que el resto sufrió síntomas de asfixia por el efecto de los gases lacrimógenos.

El propio Saleh ha condenado las acciones de violencia registradas este jueves en Saná porque "tienen como objetivo encender la chispa de la guerra cada vez que se divisa un rayo de esperanza para lograr la paz", en alusión a la firma del acuerdo que estipula su salida del poder. "Hay elementos que no desean la seguridad, la estabilidad y la paz en Yemen y que trabajan para generar el caos", subrayó.

El presidente yemení expresó su pesadumbre por la continuación de la violencia y sus deseos de que no se repitan estas acciones que "tienen como objetivo a inocentes e intentan desestabilizar el país". Saleh ordenó al ministerio del Interior abrir "una investigación inmediata y total para presentar a los culpables de los crímenes ante la justicia, sean del bando que sean". Está previsto que Saleh se traslade a Nueva York para recibir tratamiento médico a causa de las dolencias que sufre después del ataque terrorista del que fue víctima el pasado mes de junio.

Liberada la cooperante francesa

Por otra parte, la cooperante francesa de origen marroquí Mariam al Hasani fue puesta en libertad en el sur del Yemen, dos días después de haber sido secuestrada por hombres armados de una tribu local, según fuentes tribales.

Al Hasani, que trabaja en una organización de ayuda a los refugiados, y sus dos acompañantes yemeníes que también habían sido secuestrados fueron liberados tras la mediación llevada a cabo por dirigentes tribales, afirmó una fuente que participó en las conversaciones y pidió el anonimato.

Los tres ciudadanos estaban retenidos en la zona de Bacheria, ubicada a unos 40 kilómetros al sur de Al Mesaimir, en la provincia meridional de Lahesh, donde fueron capturados mientras se desplazaban en coche. Según la fuente, tras ser liberados, la cooperante francesa y sus compañeros, un conductor y un traductor yemeníes, se dirigieron a la localidad de Al Hota, capital de Lahesh.

Los mediadores prometieron a los secuestradores que las autoridades pondrán posteriormente en libertad a uno de los miembros de su clan que se encontraba detenido por su implicación en varios delitos penales. Sin embargo, el clan de los Huider, al que pertenece el acusado, defiende que éste es inocente y que es sólo un activista que pide la separación del sur del Yemen.

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