La salida de Francisco Granados de la secretaría general del Partido Popular de Madrid ha desatado las lenguas y los reproches de los implicados en su destitución, que Esperanza Aguirre le comunicó este miércoles antes de proponer a Ignacio González como sucesor en el cargo. Granados y Gonzálezs llevaban tiempo enfrentados.

El primero en tomar la palabra ha sido el propio Granados, que en una entrevista en Onda Cero ha reconocido este miércoles que "no hay sintonía" con el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, y que, "precisamente", no es por su "culpa", ya que nunca ha fomentado ese enfrentamiento.

Para el ex alcalde de Valdemoro, Esperanza Aguirre le ha hecho " un "favor en el fondo"porque llevaba "tiempo" que no estaba "cómodo" en la organización regional. Ha reconocido que su jefa de filas le comunicó que había perdido la confianza en él y que necesitaba en el partido alguien de su absoluta confianza". "Entiendo que en este momento no sea yo la persona indicada y que necesita alguien de otro perfil que no soy yo en absoluto", ha sentenciado.

También ha asegurado que este miércoles, durante la votación para cesarle y entregar la secretaría general a su rival, a sus compañeros en el Comité Regional les hicieron pasar "por el bochorno de tener que votar por una cosa" que "no les hacía mucha gracia".

Según fuentes citadas por Europa Press, el alcalde de Sevilla La Nueva, Mario Utrilla; su hermana, la exdiputada Elena Utrilla; el alcalde de Valdemoro, José Carlos Boza; y excandidato del PP a Getafe hace dos legislaturas y director general en la Comunidad José Luis Moreno votaron en contra de que Ignacio González, fuese nuevo secretario general.

Según el acta de la reunión, además de estos cuatro votos en contra, que se hicieron a mano alzada, se contabilizaron cinco abstenciones: el alcalde Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa; el alcalde de Leganés, Jesús Gómez; el alcalde de Torrejón de Ardoz, Pedro Rollán; el diputado Jesús Fermosel; y la concejala en el Ayuntamiento de Madrid Isabel Martínez Cubells, exjefa de prensa de Esperanza Aguirre. El resto, un total de 78 votos, fueron a favor de que González ocupara el puesto de secretario general del partido.

Esperanza Aguirre no tardó en pronunciarse sobre las palabras de Granados. "A la búlgara no hay votación ninguna. Una persona tan próxima a mi como Isabel Martínez Cubells se abstuvo. Aquí cada uno tiene su criterio. El PP no es un partido leninista es un partido liberal", ha aseverado Aguirre a su entrada en el pleno de la Asamblea de Madrid.

No obstante, a renglón seguido ha indicado que " en este momento tan delicado" ha considerado "oportuno" el cambio, ya que entra en sus "obligaciones procurar en todo momento dar nuevos impulsos y no permitir que el PP se duerma "en los laureles" a pesar de que gane las elecciones.

El interesado, Ignacio González, no ha eludido la cuestión en la tradicional rueda de prensa de los jueves como portavoz del Ejecutivo. En primer lugar, ha asegurado que si "hay alguien en el PP de Madrid y en el Gobierno de la Comunidad que haya tenido que ver y haya hecho lo indecible" para que Francisco Granados fuese secretario general del partido en Madrid ha sido él.

En este sentido, ha destacado que puede decir "claramente" porque no se arrepiente que fue él quien propuso a la presidenta madrileña el nombre de Granados para este cargo y que hay personas que son testigo de esto: el secretario general del PP de entonces, Ángel Acebes; la propia presidenta, y Francisco Granados.

El nuevo secretario general del PP madrileño ha apuntado sobre Granados que no entra a "juzgar comentarios y valoraciones de otro tipo" porque lleva "mucho tiempo" y "a lo largo de todos estos ocho años" todos han tenido la oportunidad de mantener relaciones con los medios "tanto a nivel personal como colectivo", para saber qué es lo que comenta cada uno. "Tenéis los datos necesarios para juzgar", ha señalado a los medios.

González también ha sido preguntado por si este nuevo cargo significa ir acumulando cada vez más poder para, en un futuro, colocarse como sucesor de la presidenta , a lo que ha señalado que "ni se ha planteado nunca, ni me lo planteo ni nada de nada".