La madre que ahogó a sus hijos en la bañera dice que les mató porque creyó que asi "les liberaba"

La madre acusada de ahogar a sus dos hijos, de ocho meses y dos años, en la bañera de su domicilio, en el distrito barcelonés de Nou Barris, admitió este martes el doble infanticidio.La mujer reconoció que actuó con "precisión" y "coraje" para acabar con la vida de los pequeños porque creía que de esta manera "les liberaba" de sufrimientos futuros.
Maria Rosa M.A. durante la segunda jornada del juicio que se celebra en Barcelona. (Albert Olivé/Efe)
Maria Rosa M.A. durante la segunda jornada del juicio que se celebra en Barcelona. (Albert Olivé/Efe)
Albert Olivé/Efe
Maria Rosa M.A. durante la segunda jornada del juicio que se celebra en Barcelona. (Albert Olivé/Efe)

Un tribunal popular juzga desde este martes en la Audiencia de Barcelona a María Rosa M.A., de 35 años, quien, tras ahogar a sus dos hijos, llamó a la Policía para confesar el crimen y se lanzó al vacío desde la terraza de su edificio, resultando gravemente herida.

El crimen se remonta a la mañana del 4 de junio de 2005, cuando la acusada, que ese mismo día cumplía 35 años, se encontraba en casa a solas con sus dos hijos, ya que su compañero sentimental y padre de los pequeños había viajado a Girona para hacer unas gestiones.

Antes de irse, el padre de los niños, Felipe L.A., entregó a María Rosa su regalo de cumpleaños.

"Lo aceptó con frialdad", apuntó el hombre durante su declaración. Según explicó la procesada, cuando Felipe le dio su regalo, un mp3, empezó a sentir miedo.

A veces tenía miedo a ir a trabajar, a no saber qué decir en el trabajo o a no saber qué comprar en la carnicería
"Pensaba que no iba a saber utilizarlo, tenía miedo de salir a la calle, de comprar el pastel", relató. "Era un miedo sin motivo, a veces era miedo a ir a trabajar, a no saber qué decir en el trabajo o a no saber qué comprar en la carnicería" añadió.

María Rosa explicó que aquel miedo ya se había apoderado de ella durante la noche.

"Me sentía angustiada y no podía dormir. Es una sensación de agonía, nada te duele, nada te importa", señaló. No obstante, para la procesada, aquella fue una mañana "normal".

"Aquella mañana venía a mi cabeza la idea de la muerte, pero no era algo que yo buscara. Yo sólo pensaba '¿cómo me voy a morir?, tengo dos hijos a mi cargo'", relató.

"Y aparece la idea de llevarlos conmigo", apuntó entre lágrimas la acusada. Según declaró María Rosa, anteriormente ya había pensado en su muerte, aunque nunca se había planteado la de sus hijos.

Creía que les liberaba

"En un principio pensé en cortarme las venas. Luego me vestí y pensé que iríamos a algún puente, que nos abrazaríamos los tres y nos arrojaríamos, pero fui incapaz de salir a la calle. Si nos hubiésemos marchado no hubiese pasado nada de esto", relató la mujer.

María Rosa recordó entonces algunos de los consejos que había leído en las revistas de pediatría.

"Algo que se repite mucho es el peligro de la bañera. Fue entonces cuando tomé la decisión", explicó.

"Pensaba que los niños no podían seguir sin mí y que eran mi responsabilidad. Es inexplicable, pero yo creía que les liberaba", añadió.

La procesada abrió el grifo de la bañera. "Estaba con el pequeñito y el mayor estaba en el comedor", recordó. "Los ahogué y los dejé en la bañera. Actué con una precisión y un coraje que no sé de dónde me venían", apuntó.

Tras acabar con la vida de sus hijos, María Rosa se dio cuenta de que podían culpar a Felipe. "Le llamé para que guardara los tiques de la autopista, pero me di cuenta de que no te dan recibo si no lo pides", relató.

Fue entonces cuando decidió llamar a la Policía para confesar lo ocurrido.

Quiero denunciar un asesinato. He ahogado a mis hijos en la bañera
María Rosa fue breve y concisa. "Quiero denunciar un asesinato. He ahogado a mis hijos en la bañera". Acto seguido, la procesada bajó a casa de sus padres, que residían en la planta principal del mismo bloque. "Mi padre me preguntó por los niños y le dije que estaban durmiendo", recordó.

Después, María Rosa subió a su casa y se asomó al patio de luces. "Vi las cuerdas de mi tendedero y me arrojé al vacío, intentando caer de cabeza", explicó la acusada.

No obstante, los tendederos y un techo de uralita amortiguaron la caída de María Rosa e impidieron un impacto mortal sobre el patio de la vivienda de sus propios padres.

La mujer fue trasladada al Hospital de la Vall d'Hebron en estado grave, con traumatismo craneoencefálico, el fémur roto y una pierna multifracturada.

"Estoy arrepentida"

La procesada aseguró hoy que se arrepiente de lo ocurrido. "Al día siguiente pensé que era un monstruo, había matado a mis hijos", señaló.

Durante la sesión también declaró el compañero sentimental de María Rosa M.A., con el que compartió siete años de su vida.

La acusada aseguró que su relación era "estupenda", aunque admitió que no había comunicación entre ellos.

Felipe L.A. aseguró hoy que la relación que mantenía con María Rosa era "buena" y que los niños "fueron deseados por los dos".

"Me creo su arrepentimiento y la perdono, pero no puedo perdonar el daño que le ha hecho a mis hijos y a mí", señaló el padre de los niños.

El Ministerio Fiscal solicita 36 años de prisión para María Rosa M.A. por dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco y, además, reclama que indemnice a Felipe L.A. con 120.000 euros por la pérdida de sus hijos.

La defensa, por su parte, pide cinco años de cárcel para la procesada por dos delitos de homicidio con las atenuantes de confesión y de trastorno mental.

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