Simon Menner retrata bellos parajes naturales europeos sembrados de minas antipersona

  • No todos los lugares están rotulados anunciando el peligro de muerte.
  • En Verdún (Francia) todavía hay enterrados artefactos explosivos de las dos primeras guerras mundiales.
  • En Bosnia hay bosques y praderas enteros que nunca podrán ser limpiados.
Un bello bosque otoñal en Bosnia. Es un campo de minas
Un bello bosque otoñal en Bosnia. Es un campo de minas
© Simon Menner, 2011
Un bello bosque otoñal en Bosnia. Es un campo de minas

Las fotos del proyecto Minefields (Campos de minas) enfrentan al espectador a una crueldad escondida y revestida del esplendor de la naturaleza. Se trata de hermosas panorámicas de espacios naturales en los que cualquiera desearía dar un paseo y explorar. Quien lo hiciera, sin embargo, podría perder una pierna o, en peor de los casos, morir.

El fotógrafo Simon Menner (Emmendingen - Alemania, 1978) ha retratado bosques, colinas, praderas y otros enclaves europeos sembrados de minas antipersona, el arma bélica que causa cada año 26.000 muertes o mutilaciones en el mundo. No todos ellos tienen rótulos anunciando del peligro que entraña entrar en ellos.

Menner es un artista que acostumbra a circular por los límites en los que la fotografía se mezcla con la etnografía, la política o la economía. Hace unos meses presentó el sorprendente e incluso cómico resultado de sus pesquisas en los archivos de  la Stasi, la polícia política de la extinta RDA.

Reflexión sobre la cultura del miedo

Ahora exhibe online el proyecto Minefields, realizado entre 2007 y 2011 en Francia y Bosnia-Herzegovina. Es una reflexión sobre la cultura del miedo y sus diferentes rostros.

"El uso del miedo parece haberse convertido en uno de los instrumentos básicos de los conflictos armados actuales. Sea a través de drones (vehículos aéreos no tripulados), francotiradores u hombres-bomba suicidas, todos tratan de provocar miedo o terror al oponente. Una de las armas tradicionales para causar miedo a los soldados o civiles son las minas antipersona. En su caso, el miedo viene causado por la invisibilidad. Por eso me pregunté qué aspecto tienen los campos de minas", explica Menner para explicar su interés.

El resultado de sus pesquisas fotográficas presenta a las claras la paradoja: los campos de la muerte parecen "granjas idílicas" o "paisajes intocados y hermosos". Hizo fotos clásicas de los lugares para que el espectador se enfrente a la irracionalidad de la situación: entre los árboles está la muerte.

En 2007 recorrió la zona de Verdún, al norte de Francia, uno de los teatros de operaciones más sangrientos de los dos primeras guerras mundiales. Encontró zonas que permanecen deshabitadas desde hace casi cien años por municiones enterradas. Este año completó su recorrido con un viaje por zonas de Bosnia-Herzegovina donde todavía hay minas de la guerra de los Balcanes de los años noventa.

"Pese a que en no todas las imágenes de esta serie se pueden ver símbolos de peligro de los que colocan los gobiernos o algunas ONG, todas las fotos muestran lugares en los que se sabe con certeza que hay enterradas minas antipersona. Nunca puedes estar seguro del todo si entras en uno de estos lugares naturales", dice el fotógrafo, que se guió por mapas oficiales para moverse por los campos de minas.

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