¿Qué le pasa a España en los amistosos?

Es la pregunta que todo aficionado español se hace tras una nueva derrota ante otra de las grandes, en este caso, Inglaterra. Desde el pasado sábado muchas son las interrogantes que caen sobre el venerado equipo de Del Bosque.

La 'roja', con la misma base que el equipo campeón del mundo, no ha sido capaz de dar la cara ante las grandes selecciones mundiales. Sí lo hace, sin embargo, cuando hay puntos en juego. La selección ha conseguido cerrar la fase de clasificación para la Euro con un pleno de victorias, aunque, eso sí, contra rivales de menor entidad. De ahí que se haya abierto el debate: ¿Está capacitada la actual España para competir con selecciones fuertes? Una respuesta que hasta la próxima Eurocopa no se podrá ver.

Lo que está claro es que esta España se convierte en otra cuando no hay competición de por medio. En los amistosos, los de Del Bosque no son capaces de dar el 100% y se nota, no solo en el resultado final sino también en el juego. ¿Qué falla en España? ¿Cuáles son sus puntos débiles?

Argentina, Portugal, Italia e Inglaterra han dado buena cuenta de la 'roja', que ha tenido un denominador común en todos esos partidos: la falta de ambición. Y es que tras los éxitos en la Eurocopa y el Mundial, la motivación en partidos 'menores' es clave y todo indica que los chicos de Del Bosque la pierden en los amistosos. Sin ambición no hay motivación. Aunque esa sensación no ha sido por igual en todos los partidos, sí es cierto que ha sido común en la mayoría de ellos.

El juego, la base de la conquista europea y mundial, sigue estando presente en los partidos de la 'roja', aunque con matices. No ha habido un cambio generacional, ya que salvo Thiago y Alba, la columna vertebral es la misma que la de los éxitos pasados. España juega (más o menos) igual, pero no tiene mordiente arriba, no intimida. Amaga pero no pega.

Precisamente la falta de gol ha condenado en muchos partidos a España, que sí sabe romper las defensas en los choques de competición, pero que es algo que le cuesta un mundo hacer en los no oficiales. Tanto que en muchos de ellos ha acabado con el marcador del rival a cero.

Otro punto débil de la España de los amistosos es el físico. Ya sea por el calendario, por las inoportunas lesiones o porque con sus clubes sí hay esa motivación extra por lograr un objetivo, los jugadores se muestran más cansados, con menos chispa de la habitual en este tipo de partidos. Para muestra, un botón: aquel partido en pleno verano ante México, con empate a 1, donde los jugadores españoles sufrieron muchísimo físicamente. Después, Argentina, Portugal, Italia, Inglaterra... Todos pasaron por encima de unos jugadores que no llegaban -o lo hacían tarde- a la disputa del balón.

Aunque no se ha encendido la luz de alarma en la selección, sí hay una merma de imagen, que es lo que más preocupa en la expedición española.