Lo hizo todo y todo lo hizo bien. Gordon Parks (1912-2006), a quien algunos llamaron el primer estadounidense negro y de carácter renacentista, firmó novelas, poemas, crónicas periodísticas, piezas musicales, películas -entre ellas la mítica Shaft (1971)- y, sobre todo, miles de fotografías. Sus foto ensayos en la revista Life fueron admirados durante décadas y contienen retratos icónicos de algunos de los grandes personajes del siglo XX.

La exposición Bare Witness: Photographs of Gordon Parks (Testigo desnudo: las fotos de Gordon Parks), del Phoenix Art Museum (Arizona - EE UU), recorre la carrera como reportero y fotógrafo de moda de un artista que se movió con la misma desenvoltura en el glamour de las pasarelas o en la dureza de los guetos.

Cuando murió a los 93 años, Parks dejó una obra inmensa. Empezó a hacer fotos cuando era un veinteañero, con una cámara comprada por 12 dólares en una casa de empeños. Los técnicos del laboratorio donde envió a revelar su primer rollo quedaron fascinados con la habilidad innata del joven y le encontraron trabajo como fotógrafo de desfiles de moda.

En la década de los años cuarenta obtuvo una beca pública para documentar la vida de los trabajadores negros. Durante el desarrollo de la serie hizo la que sería una de sus imágenes más conocidas, American Gothic -una replica al famoso cuadro del mismo título. La foto muestra a una limpiadora negra en un edificio federal, blandiendo una escoba y una fregona ante la bandera de los EE UU. Durante el resto de su carrera, el fotógrafo se esforzó en mostrar la dignidad de los negros y en defender sus derechos civiles.

A lo largo de casi 25 años, entre 1948 y 1972, Parks fue redactor gráfico en plantilla de Life, aunque también colaboró con revistas situadas en el otro extremo del documentalismo, como Vogue.

Bare Witness: Photographs of Gordon Parks es una retrospectiva completa, seleccionada por el fotógrafo antes de su muerte. Retratos de Muhammad Ali, Duke Ellington, Ingrid Bergman y Malcolm X están entre las obras exhibidas.