Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos personas en una operación que ha permitido desarticular una red acusada de cometer una treintena de robos por el método del butrón a empresas catalanas, en las que entraban de noche perforando las paredes para, una vez dentro, vaciar o llevarse las cajas fuertes.

Según ha informado este jueves la Policía catalana, los dos detenidos, que disponían de un campo base en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) desde el que dirigían las operaciones, son el supuesto jefe del grupo, Driton V., de 39 años, y su principal colaborador, Alejandro B.P., de 32, que ya han ingresado en prisión por orden judicial. La operación sigue abierta porque hay otros dos integrantes de la banda que han sido identificados pero que probablemente ya han abandonado el país, por lo que se han emitido sendas órdenes de búsqueda y captura.

En total, la red desarticulada está acusada por ahora de un total de 27 robos con fuerza en interior de empresas de las comarcas del Solsonès, Berguedà, Bages, Anoi, Barcelonès, Alt Penedès, Alt Empordà, Baix Ebre y Montsià. Según los Mossos, antes de cometer los robos, los detenidos seleccionaban de forma cuidadosa sus objetivos, ya que estudiaban a fondo su entorno y los puntos para entrar y huir. En la mayoría de las ocasiones, los detenidos elegían empresas que en su parte posterior tenían zonas de orografía de difícil acceso, para dificultar las labores policiales.

Según los investigadores, Driton V. era quien se encargaba de elegir cuándo, cómo y dónde se cometía el robo, mientras que Alejandro B.P. recogía a un grupo de personas, de origen albano-kosovar, para que entraran a las empresas. De esta forma, una vez seleccionado el objetivo, Alejandro B.P. llevaba a los colaboradores al campamento base de Sant Cugat del Vallès, donde desenterraban las herramientas para cometer los robos y se vestían para la ocasión, cada vez con ropa diferente. Una vez preparados, se desplazaban hasta el objetivo, por la parte menos visible, desconectaban la alarma y utilizaban todo tipo de herramientas para perforar las paredes de hormigón y poder entrar en las naves.

Cuando lograban entrar, se dirigían directamente a la caja fuerte y, o bien la abrían y vaciaban allí mismo, o bien se la llevaban hasta el campo base. Para su huida, los ladrones se desplazaban campo a través hasta llegar a un punto concertado previamente en una autopista o carretera, donde les recogía Alejandro B.P., que los llevaba hasta el campo base. Una vez en el campo base, vaciaban la caja fuerte -si no lo habían hecho en la propia empresa-, la escondían por la montaña, volvían a enterrar las herramientas y se cambiaban de ropa.

Las detenciones de los dos responsables del grupo se llevaron a cabo la madrugada de pasado martes 25 de octubre, cuando los Mossos d'Esquadra entraron en los domicilios de Alejandro B.P., en Gavà (Barcelona), y Driton V., en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). En el piso de Alejandro B.P. los mossos también detuvieron a su compañera sentimental, Grisella M., de 31 años, acusada de una estafa bancaria por valor de 30.000 euros, ya que supuestamente suplantó la identidad de una vecina para llevar a cabo movimientos de dinero.