La Consejería de Agricultura y Agua y el sector agroalimentario regional analizaron esta semana los resultados correspondientes al año 2010 del Plan Estratégico del Sector Agroalimentario de la Región de Murcia 2007-2011 (PESAM), que ha impulsado actuaciones tendentes a la mejora de la actividad agroalimentaria y su posicionamiento en los mercados.

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá y el equipo directivo de su departamento presidieron esta semana la reunión anual del comité de seguimiento, en la que participaron los representantes de las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas, conserveros, así como productores y exportadores de la Región.

Durante esta reunión, se informó del grado de ejecución del Plan, que ha sido de un 83,28 por ciento, a pesar del momento de dificultad económica, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

El PESAM es una herramienta de planificación de las políticas y actuaciones que lleva a cabo la Consejería en colaboración con el sector y orienta las inversiones que recoge el presupuesto de este departamento.

De este modo, el período 2007-2011 en el que se comprende el Plan finaliza este ejercicio, por lo que las futuras líneas de acción en esta materia dependerán del contexto de la nueva Política Agraria Común y las demandas de los profesionales del sector.

Y es que, el Plan Estratégico del Sector Agroalimentario se elaboró en el año 2007 y desde entonces las medidas de ejecución se han modificado para hacerlas más rentables y se han eliminado aquellas que eran inadecuadas en la situación agrícola actual. En concreto, el Plan se compone de 258 medidas de las 302 que contenía el documento inicialmente.

Las líneas de actuación del PESAM se enmarcan en siete ejes principales que responden a las necesidades de los procesos de producción, transformación, comercialización, investigación, agua e infraestructuras, agentes del sector y desarrollo rural.

Asimismo, las acciones más importantes han estado orientadas a la producción y comercialización, con la obtención de nuevas variedades, la mejora de los sistemas de cultivo con las técnicas del programa de Agricultura Limpia, la incorporación de jóvenes agricultores, la mejora de los sistemas de depuración y reutilización de aguas, las inversiones en modernización de las empresas agroalimentarias y las explotaciones agrarias.

Otra línea de actuación ha sido la destinada a I+D+i y a desarrollo rural, con el objetivo de adecuar la investigación a las necesidades del sector y coordinar este tipo de acciones entre las empresas, sus organizaciones representativas y los centros públicos y privados.

Finalmente, la concentración de la oferta en Organizaciones de Productores (OP), la mejora del reconocimiento social, la imagen ambiental de la actividad agraria, la modernización de regadíos junto con el fortalecimiento de las relaciones entre los agentes de la cadena alimentaria, han sido las principales líneas de trabajo desarrolladas en el área de desarrollo rural.