El Seprona de la Guardia Civil ha imputado a dos cazadores por su presunta implicación en la muerte de un lince ibérico que fue hallado el pasado mes de julio en el entorno de Doñana con al menos 32 proyectiles plomados repartidos por su cuerpo.

A estas personas, cuya identidad no ha trascendido, se les imputa un delito contra la fauna y flora silvestre, según ha informado la Guardia Civil.

El cadáver del lince apareció a finales de julio en un lindero ubicado entre dos fincas del término municipal de Aznalcázar (Sevilla), y desde el primer momento el Seprona y la Consejería de Medio Ambiente iniciaron una investigación que, en esta ocasión, ha concluido con la identificación e imputación de estas dos personas.

Desde la Consejería se recordó además que matar a un lince ibérico es un delito penado por ley al tratarse de una especie protegida.

El término municipal en el que fue hallado el cadáver se encuentra en el entorno del Espacio Natural de Doñana, cuya población de lince ibérico, integrada por unos ochenta ejemplares, ha sufrido al menos cuatro muertes no naturales, por tiroteos y atropellos, en lo que va de año.