En las últimas semanas han sido dos los ejemplares de buitre leonado que se han extraviados de su grupo y han aparecido desorientados y en solitario, en concreto en Dos Hermanas (Sevilla) y en la playa de la Barrosa de Chiclana (Cádiz), si bien en estas fechas es habitual encontrar algunos más en Algeciras, según ha indicado la Fundación Migres, que ha apuntado la inanición, la consecuente falta de comidas y la juventud como las principales causas de estos casos.

El coordinador del área de Educación y de Parques Eólicos de la Fundación, Román Muñoz, ha explicado a Europa Press que el buitre leonado presenta una migración particular y diferente a otras especies de aves, porque migra en un periodo más tardío que otras rapaces que también pasan el invierno en África.

Por otro lado, ha asegurado que lo que comparten la inmensa mayoría de los ejemplares que se extravían del grupo y que caen a tierra es que son "juveniles del año y la inanición", precisando que un buitre está adaptado a pasar periodos largos de tiempo sin comer, pero los ejemplares jóvenes tienen poca reserva de grasa, por lo que después de tiempo volando en los movimientos migratorios en muchas ocasiones "desfallecen y caen en la zona que sobrevuelan".

El buitre leonado, según Muñoz, se acerca al pico máximo del movimiento migratorio de vuelta desde África, que se produce entre finales de octubre y principios de noviembre, tiempo en el que el Estrecho de Gibraltar puede contar el paso de entre 4.500 y 5.000 ejemplares. En este sentido, concluye que el periodo en el que aparecen buitres fallecidos o extraviados va desde octubre hasta noviembre en Andalucía.

En esta línea, ha concretado que el buitre es un ave que "una vez que está al límite de sus fuerzas, deja de aletear y cae donde sea". Muñoz ha afirmado que si sucede en una playa o en una ciudad o hace en una playa o en una ciudad "siempre" habrá alguien que lo pueda detectar y pueda ponerse en contacto con el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), donde se recuperan tras el chequeo de su salud y medidas de alimentación, para que cuando alcancen su peso se suelten y se integren al medio sin problemas.

Sin embargo, ha alertado de que "los ejemplares que caen en medio de una zona de alcornocales o en el mar pasan desapercibidos sin que nadie se percate de su caída y mueran". "La mortalidad juvenil del buitre leonado es muy alta", ha señalado.

Por otro lado, el técnico de la Fundación Migres ha indicado que el peso habitual del buitre leonado oscila entre los ocho y once kilogramos, mientras los ejemplares que suelen encontrarse en vuelo solitario por ciudades o playas, no sobrepasan de los seis kilogramos, lo que refleja que "la condición física está empobrecida".

Román Muñoz ha señalado que la población de buitre leonados que migran está conformada por ejemplares juveniles y por miembros de las poblaciones del norte de la Península y sur de Francia. En Cádiz, hay más de 2.000 parejas reproductoras en estos momentos, cuando comparte espacios con los buitres migradores.

Por su parte, en la provincia de Sevilla, en concreto en la zona de la Sierra Norte, hay buitres "en dispersión" por la alta disponibilidad de alimentos, pero no existe una población local. En Andalucía, según ha concretado, la mayor grupo poblacional reproductor se da en la provincia de Cádiz.

28.000 PAREJAS

El censo actual a nivel nacional refleja una población de 28.000 parejas, cuando a finales de los años 70 del siglo pasado el número era solo de 2.700. "Afortunadamente es una especie que no se encuentra en categoría de amenaza alguna, pues el estado de conservación, fruto de medidas óptimas, es favorable", ha resaltado.

Por último, ha reiterado, en declaraciones a Europa Press, que los ejemplares extraviados son juveniles, con pocos meses de vida, que en la mayor parte abandonan el nido en los meses de julio.