El catedrático de Zoología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Santiago Hernández, ha dicho este jueves que las emanaciones de gases en las aguas próximas a El Hierro afectarán de manera puntual y transitoria a la vida marina.

Según Hernández, no hay que alarmarse por las emanaciones de gases que se producen en aguas marinas próximas a la isla canaria de El Hierro. Los técnicos han precisado que el proceso eruptivo que comenzó el domingo tiene dos focos activos y han hablado del hallazgo de peces muertos en la zona.

Pese a que los indicios del riesgo de erupción se han reducido, las autoridades han reiterado que continúa prohibido navegar por las proximidades de la zona afectada.

Santiago Hernández ha indicado que la recuperación será rápida, según las experiencias que se tienen de otras ocasiones, por lo que destacó la importancia de seguir el proceso para estudiarlo. “Es un fenómeno natural y no podemos hacer nada para evitarlo”, ha explicado Santiago Hernández, quien añadió que, en realidad, no se sabe lo que está pasando en el fondo marino y si se ha producido una erupción o simplemente salen gases. En cualquier caso, huele a azufre y hay consecuencias para la vida marina.

El catedrático en Zoología ha explicado que en el fondo marino ahora salen productos magmáticos y se ha producido una columna que termina en una mancha verde que no se sabe de qué está formada pero será un "experimento" natural muy interesante.

Hernández ha observado que en cierta forma se está produciendo una fertilización del agua, ya sea con bacterias o con algas unicelulares microscópicas, las segundas de las cuales son el origen de la vida en el mar. Tanto las bacterias como las algas microscópicas crecerán en abundancia y la isla dejará en el mar una estela "muy interesante" de estudiar la composición de la mancha, ha insistido el estudioso.

El catedrático en Zoología ha comentado que es evidente que la salida de los gases cambiará la flora y la fauna marina de la zona de La Restinga de manera temporal. Hernández ha reconocido no saber "absolutamente" nada de cuanto pueden durar las emanaciones de gas.