Noelia de Mingo tenía la mirada «desorbitada», según testigos

Un auxiliar asegura que la vio agredir a sus víctimas «con ensañamiento». Las familias de los fallecidos declaran hoy
La mayoría de los testigos que declararon ayer en el juicio a Noelia de Mingo, que presuntamente mató a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz en 2003 en estado de enajenación mental, coincidieron en destacar la mirada «desorbitada» de la médico residente. La enfermera María Luisa H. recordó en la tercera sesión del juicio que Noelia llevaba «muy seria» toda la mañana y tenía una «mirada horrible», pero no sospechó nada hasta que la vio «acuchillar». Coincidió con De Mingo en su primer año de residencia y por aquel entonces era «majísima y simpatiquísima», pero «en los últimos días la notaba rara».

También testificaron ayer Nieves G., que vio a la médico apuñalar a Félix Vallés, y Milagrosa F., quien explicó que le arrojó una grapadora para que dejase a Jacinta Gómez, también fallecida.

«Como un muñeco»

El auxiliar José Manuel C. pudo ver cómo Noelia «se puso entre las piernas» a un hombre que estaba herido en el suelo, al que apuñaló «con ensañamiento».

Finalmente, la doctora fue reducida, entre otros, por José Raúl T., quien relató que su compañero Paco la amenazó con un tubo de suero, que ella tiró el arma y fue reducida sin oponer resistencia, «como un muñeco», aunque «se lió a gritar». Hoy declaran los familiares de las tres víctimas mortales. La fiscalía pide 65 años de cárcel para De Mingo, una petición que la acusación eleva a 84.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento