Muerte, pasión y teatro en 'El amor es una isla' de C. Gallay

  • La autora francesa Clauide Gallay, reflexiona sobre el amor y la pasión en el mundo de la interpretación como escenario.
  • La protagonista deja marchar al hombre de su vida para convertirse en actriz.
  • Según Gallay, la novela va dirigida a las mujeres entre cuarenta y sesenta años, aunque en Francia también ha gustado a jóvenes.
Marie vuelve a Avignon con la esperanza de desvelar los secretos tras la muerte de su hermano.
Marie vuelve a Avignon con la esperanza de desvelar los secretos tras la muerte de su hermano.
Duomo
Marie vuelve a Avignon con la esperanza de desvelar los secretos tras la muerte de su hermano.

La escritora francesa Claudie Gallay, autora de la novela El amor es una isla, reflexiona sobre el amor entre un hombre y una mujer tras cinco años de ausencia y sobre la pasión por el mundo del teatro, según explica la autora.

"El amor es una isla, cuando uno se marcha, no vuelve", sentencia en la novela la protagonista, una diva del teatro que regresa a Aviñón ya consagrada, tras haber abandonado hace cinco años a su gran amor, Odón, en pos de la fama.

"Hice el amor con muchas mujeres después de ti, pero el paraíso lo conocí contigo", le confiesa Odón, su maestro en las artes escénicas, cuando la Jogar vuelve a su ciudad natal para actuar durante un festival.

"Odón ha sido lo mejor de mi vida, fue él quien me enseñó este sentimiento profundo de estar viva; él me enseño la pasión", relata la diva a su mejor amiga, Isabelle, en un momento de debilidad.

Una trama emotiva

Toda esta pasión latente se entrecruza con la llegada de la joven Marie Selliès, que pone a la pareja entre la espada y la pared para averiguar el porqué de la muerte de su hermano, un escritor que mandó su incipiente obra a Odón pocos días antes de fallecer.

"Marie, la juventud al rojo vivo, es una chica de veinte años que no tiene nada de intelectual ni pertenece al mundo del teatro, pero que representa la conciencia de los enamorados y el detonante para que ambos se desnuden", explica la escritora.

"El mundo de mi libro fluctúa entre estas dos historias, porque cuando mi protagonista abandona al hombre de su vida, se queda con el mundo del teatro, con el mundo de las palabras", puntualiza la novelista de esta historia, publicada en España por Duomo Ediciones.

A juicio de esta novelista, "el trabajo de escritor se parece mucho al de actor o al de actriz, porque ambos se meten tanto en su papel que hasta se olvidan de vivir", enfatiza Gallay.

Preguntada sobre cierta similitud entre la Lisbeth Salander de Millenium y Marie Selliès, Gallay confiesa que no había leído esta trilogía cuando escribió su novela, pero sí asume rasgos parecidos.

"Ambas caminan al filo de la navaja entre la fragilidad y la dureza, están llenas de grietas y en cualquier momento se pueden caer, pero también es verdad que son personajes necesarios porque acaban siendo nuestro eco, nuestra conciencia, el reflejo de nuestras propias debilidades", subraya.

La autora reconoce que su novela va dirigida "a las mujeres entre cuarenta y sesenta años, aunque en Francia también les ha gustado a la gente joven y a todo aquél que se interesa por el mundo del teatro".

Gallay está convencida de que "el amor es el sentimiento que más atención requiere, al que cada día hemos de estar atentos, porque si no lo concebimos como algo frágil se nos puede pasar la oportunidad".

Por este motivo, rechaza que el amor sea solo producto de una reacción química, como aseguran hoy en día los científicos. "Aunque sea cierto, no me lo quiero creer porque nos despoja de lo mejor de la vida: la pasión", enfatiza.

*Puede conseguir El amor es una isla en PopularLibros.

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