La empresa Condor Georadar, que ha colaborado con la Policía Judicial de Sevilla, en la búsqueda de los cadáveres de una mujer y un menor desaparecidos hace 18 años y que fueron hallados enterrados en una finca de Almonaster la Real (Huelva), ha destacado que el terreno era "muy difícil", así como ha apuntado que las raíces de las plantas tienen una densidad similar al material osteológico, es decir, los huesos.

Así lo ha puesto de manifiesto a Europa Press Luis Avial Bell, director de esta empresa especializada en rastreos, que ha explicado que la Policía Judicial de Sevilla solicitó la colaboración de su empresa en esta tarea, y ha destacado el trabajo previo realizado por los agentes, los cuales tenían señalados unos tres o cuatro puntos suceptibles de tener material óseo.

En este sentido, ha indicado que la labor la ha realizado de forma gratuita y que tras rastrear la zona delimitada se produjo el hallazgo en el segundo punto, el cual ya estaba siendo investigado por la Policía, a lo que ha añadido que los cuerpos se encontraban enterrados bajo dos metros de piedras.

Asimismo, ha precisado que los trabajos en la toma de datos en la zona se realizaron durante dos días y después durante unos 15 días llevaron a cabo el análisis en el laboratorio de los datos, los cuales una vez procesados fueron remitidos a la autoridad judicial, que dio la orden del levantamiento en la zona.

El juzgado de Instrucción número 3 de Huelva, encargado del caso, ha decretado el secreto del sumario, por lo que la cautela es la tónica predominante alrededor de este caso. Tal y como avanzó el diario 'El País' según fuentes de la investigación, la pareja de la fallecida, considerado sospechoso, "detectó la presencia de los policías en su finca de Calabazares y huyó, sin que desde entonces haya vuelto a ser visto en su domicilio".