El secretario general del PRC y presidente del Grupo Parlamentario Regionalista, Miguel Ángel Revilla, ha atribuido a "una venganza" que el ministro de Fomento, José Blanco, diga ahora que el AVE a Cantabria no puede acometerse por razones de viabilidad económica y ha subrayado que la Comunidad Autónoma "no se va a resignar" a que el compromiso firmado el 11 de agosto de 2010 sea "papel mojado".

"Ya me advirtieron desde Galicia, cuando el presidente del Gobierno le obligó a rectificar de su decisión de anular el AVE por Palencia para plantearlo a través de Bilbao, que la venganza de este ministro con Cantabria se dejaría notar pronto", ha señalado el líder regionalista en un comunicado.

Sin embargo, ha agregado que nunca imaginó que, a dos meses de concluir su mandato, "se despache nada menos que diciendo que no hace algo que firmó solemnemente aquí".

Revilla ha recordado tanto a Blanco como al actual Ejecutivo "y al que venga" que lo firmado por un Gobierno, como el protocolo que compromete las obras del AVE a Cantabria, es de "obligado cumplimiento", porque de no ser así "estaríamos ante la quiebra absoluta del Estado de Derecho".

"Que nadie lo dude; no nos vamos a resignar, para eso está el Partido Regionalista y Miguel Ángel Revilla, que ha dicho que va a dedicar lo que le resta de vida a conseguir que Cantabria no sea la única comunidad del norte de España que no tenga un AVE con Madrid, eso lo vamos a hacer valer, porque tenemos toda la razón", ha recalcado.

El líder regionalista ha indicado además que el PRC estará en el Congreso de los Diputados tras las elecciones generales del 20 de noviembre "para exigir el cumplimiento de lo que se ha firmado", porque lo hecho por Blanco, "aparte de una calamitosa gestión al frente del Ministerio de Fomento, parando toda la obra pública en este país cuando más crisis hay y cuando más obras se necesitaban en marcha", es "absolutamente vergonzoso".

Iniciativa parlamentaria

Finalmente, ha informado sobre la proposición no de ley que el Grupo Parlamentario Regionalista ha presentado en el Parlamento cántabro nada más conocer la posición del ministro, con el fin de rechazar la paralización indefinida del AVE y la actitud "nada reivindicativa" del presidente regional, Ignacio Diego, en la defensa del compromiso firmado entre el anterior Ejecutivo autonómico y el Ministerio de Fomento para el inicio de las obras.

La iniciativa, que será debatida en el Pleno del 10 de octubre, propone la defensa de esta línea ferroviaria como "motor de desarrollo económico y social" para Cantabria, por lo que exige su construcción "en igualdad de condiciones al resto de las capitales del norte de la Cornisa Cantábrica", al tiempo que insta al Parlamento a considerar las infraestructuras como "baluarte para el progreso" y valorar su contribución a la salida de la complicada coyuntura económica actual.

En la exposición de motivos, el PRC recuerda que el Grupo Parlamentario Popular presentó durante la pasada legislatura diversas iniciativas reclamando el compromiso del Gobierno de España con Cantabria para la puesta en marcha de las obras del tramo Palencia-Santander, entre ellas una solicitud de pleno extraordinario y monográfico sobre el proyecto, suscrita por 8 diputados.

También alega la movilización social que encabezó el PP desde la oposición, basada en la recogida de firmas entre los vecinos de Santander para exigir la llegada del AVE a la capital cántabra.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, el Grupo Regionalista asegura que le "sorprende y preocupa" el cambio de actitud que ha experimentado el actual presidente de Cantabria, "reiterando en distintas manifestaciones públicas que el AVE no es prioritario para este Ejecutivo".

Igualmente, apunta que ha sido tras las últimas declaraciones de Diego infravalorando la necesidad de la alta velocidad, cuando el ministro de Fomento ha anunciado que el AVE a Cantabria no se va a realizar, lo que cual supone una vulneración "inaceptable" del compromiso firmado.

Para el PRC, no se explica que en comunidades vecinas como Asturias, Galicia o el País Vasco, cuyos dirigentes sí apoyan la Alta Velocidad, las obras no se vean afectadas por la crisis y que ésta incida únicamente en el proyecto cántabro, con la consiguiente "discriminación" que ello supone para la Comunidad Autónoma.