El rey sanciona la reforma de la Constitución que intentará frenar el déficit de la administración

  • La modificación del artículo 135 de la Carta Magna para garantizar la estabilidad presupuestaria de las administraciones públicas.
  • Los presidentes del Congreso, José Bono, y el Senado, Javier Rojo, de testigos.
El rey Juan Carlos, firmando la reforma constitucional.
El rey Juan Carlos, firmando la reforma constitucional.
Ballesteros / EFE
El rey Juan Carlos, firmando la reforma constitucional.

El rey ha sancionado este martes la reforma de la Constitución que limita el déficit público en un acto solemne celebrado en el salón de audiencias del Palacio de la Zarzuela, en presencia del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los máximos representantes del Parlamento y el Poder Judicial.

La modificación del artículo 135 de la Carta Magna para garantizar la estabilidad presupuestaria de las administraciones públicas ha sido suscrita en primer lugar por Rodríguez Zapatero y a continuación por don Juan Carlos, a quien acompañaba la reina.

Esta firma ha dejado el texto listo para su publicación inmediata en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los presidentes del Congreso, José Bono, y el Senado, Javier Rojo, han sido testigos de la sanción de la reforma durante esta ceremonia, a la que también han asistido el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y el del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar.

Tras saludar a los reyes, Rodríguez Zapatero y los cuatro invitados al acto se han situado a la derecha de la mesa preparada para la firma y el jefe de Protocolo de la Casa del Rey, Alfonso Sanz Portolés -que el próximo viernes asumirá el cargo de secretario general de la Casa- ha leído la comunicación conjunta del Congreso y el Senado sobre la reforma constitucional dirigida al monarca.

En la comunicación, suscrita por Bono y Rojo, se relata el procedimiento seguido por la reforma durante su tramitación parlamentaria y se especifica que no es necesario someter el texto a referéndum, al no haberse reunido en las Cámaras el número de firmas exigido para dar este paso.

Después de esa lectura, Rodríguez Zapatero se ha acercado a la mesa para firmar el texto que aprueba la reforma y luego lo ha hecho don Juan Carlos, que ha dejado su muleta apoyada sobre el borde de la mesa para estampar su firma.

Acto seguido, don Juan Carlos -apoyado de nuevo en su muleta- y doña Sofía han posado ante la mesa con Zapatero, Bono, Rojo, Sala y Dívar para los medios gráficos, en una imagen que simbolizará a partir de ahora el apoyo de los altos representantes del Estado a esta segunda reforma de la Constitución en 33 años.

Sin necesidad de referéndum

Precisamente las primeras palabras que ha dirigido el jefe del Ejecutivo al rey tras suscribir ambos el texto han sido para recordar, sonriente, la importancia de esta segunda reforma constitucional.

Antes de abandonar el Palacio de la Zarzuela, Rodríguez Zapatero y los máximos representantes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial han conversado con los reyes en tono distendido durante unos quince minutos en el salón de audiencias.

Don Juan Carlos -que sancionó este lunes con su firma el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones que le presentó Rodríguez Zapatero- ha reanudado esta semana su actividad oficial fuera del despacho, tras la intervención quirúrgica a la que fue sometido en el tendón de Aquiles izquierdo el pasado día 5.

La reforma constitucional para consagrar la estabilidad presupuestaria de las administraciones públicas quedó aprobada definitivamente el pasado día 7 tras ser avalada por el Senado con 233 votos a favor de PP, PSOE, PSC y UPN, tres en contra y sin que los nacionalistas participaran en la votación.

El cambio introducido en la Carta Magna fue avalado por el pleno de la Cámara Alta después de haber rechazado mayoritariamente 23 enmiendas de las minorías de izquierda y las formaciones nacionalistas, incluidas las que reclamaban que la reforma fuera sometida a referéndum, por lo que el texto que publicará el BOE es el mismo que ratificó el Congreso la semana anterior.

Se trata de la segunda reforma de la Constitución de 1978 después de que, en agosto de 1992, se modificara el artículo 13 de la Carta Magna para adaptarla al Tratado de Maastricht al permitir que los ciudadanos de otros países de la UE residentes en España pudieran concurrir como candidatos en las elecciones municipales.

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