El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, ha dicho ante la Asamblea General de la ONU que "hoy mismo se ha asesinado a palestinos que se manifestaban pacíficamente".

El líder palestino ha enumerado los objetivos de su pueblo, que se resumen en una máxima que ha arrancado una ovación de la Asamblea: "Mi pueblo quiere ejercer su derecho a vivir una vida normal".  Además de un "Estado de Derecho y democrático", Abás ha vuelto ha solicitar el cese de la colonización isralí y de la "limpieza étnica" israelí.

Al mencionar al fallecido Yasir Arafat, ha arrancado una ovación del auditorio, que le ha aplaudido en varias ocasiones antes de finalizar su discurso.  "¿Permitirán a Israel seguir incumpliendo las resoluciones de la Onu?". "No queremos aislarles, solo ganar legitimidad".

Antes ha entregado al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la petición de ingreso como miembro de pleno derecho para ser el Estado 194.

En ella se contempla que el futuro Estado palestino tenga las fronteras previas a 1967, incluyendo Jerusalén Este, en donde vive casi medio millón de colonos israelíes, al igual que Gaza y Cisjordania.

La tensión en Cisjordania crece mientras tanto. Manifestantes palestinos se han enfrentado con soldados israelíes en distintos puntos y ya hay al menos un palestino muerto por disparos israelíes. La policía israelí está en estado de alerta máxima por temor a una ola de disturbios, con un dispositivo de seguridad de más de 9.000 agentes. El ejército ha suministrado materiales antidisturbios a los colonos en los territorios palestinos.

En Ramala, miles de palestinos se han concentrado en la Plaza Yaser Arafat de Ramala para ver en directo y en pantalla gigante el discurso Abás. Al oeste de la ciudad, cerca de la aldea de Beni Salha 120 manifestantes, según la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, se han concentrado y han lanzado piedras contra las fuerzas militares israelíes.

Otro gran líder palestino, el primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, ha afirmado después de la hora del rezo, que su pueblo no tiene que pedir permiso a la ONU para tener un estado, sino "liberar sus tierras" han hecho el resto de los pueblos. Su organizción es considerada terrorista por EE UU y la Unión Europea.

El presidente de EE UU Barack Obama ha desarrollado estos días una intensa actividad diplomática para tratar de evitar esta petición por parte de Abás y persuadir a ambas partes a que retomen las negociaciones directas de paz.

Aunque Obama ya anunció que EE UU vetaría esta propuesta si los palestinos logran los nueve votos necesarios para su reconocimiento en el Consejo de Seguridad,  la mala imagen que proyectaría en Oriente Próximo afectaría a uno de los presidentes estadounidenses que más ha tratado de acercarse al mundo árabe.

De fracasar la petición, los palestinos aún podrían acudir a la Asamblea General, donde lo más probable es que lograse mejorar su estatus de entidad observadora permanente.  Con esta mejora podrían denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional al estar los colonos ocupando un territorio más allá de las fronteras de 1967, las fijadas por la ONU.