Lillian Gertrud Asplund volvía a su casa en Estados Unidos procedente de Suecia con sus padres y cuatro hermanos cuando el barco, construido para "no hundirse nunca", golpeó un iceberg el 14 de abril de 1912 y se hundió pocas horas después.

Un informe de Senado estadounidense dijo que 1.523 personas perecieron en el accidente.

Asplund murió en casa, según confirmó un portavoz de Nordgren Memorial Chapel en Worcester, Massachusetts.

Asplund era una persona sumamente reservada que evitó toda la publicidad que rodeaba al desastre, el peor de los accidentes marítimos en tiempos de paz.

El portavoz de la funeraria dijo que había pedido a sus familiares que guardaran silencio sobre lo que había vivido y que incluso quería que el desastre no fuera mencionado en su obituario.

Se cree que los últimos supervivientes del Titanic, dos mujeres, viven en Inglaterra, pero ambas eran niñas cuando fueron rescatadas y no recuerdan la tragedia, según expertos en el Titanic.

Asplund perdió a más de la mitad de su familia en el accidente cuando su padre y tres hermanos se quedaron atrás mientras los miembros de la tripulación llevaron a un bote salvavidas a su madre, a su hermano pequeño y a ella misma.