La Fiscalía y la acusación particular contra un hombre acusado de un delito de asesinado con alevosía cometido en el bar 'Nelly' de Talavera de la Reina (Toledo) en junio de 2009, han elevado a definitivas sus conclusiones manteniendo su versión de los hechos y las penas que inicialmente pedían para el procesado, al considerar que se puso de acuerdo junto a su tío —la persona que le acompañaba el día de los hechos y fallecida mientras se encontraba en prisión— para matar a la víctima.

En la sesión vespertina del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo, el Ministerio Público ha arremetido contra la versión de los hechos que la defensa del acusado ha venido manteniendo durante el proceso, asegurando que ha utilizado datos que "no existen" en la instrucción del caso.

Según el fiscal, la defensa de J.M.I. ha construido una "versión artificial de los hechos" adaptándola a los intereses del acusado con el fin de lograr su libre absolución, contraponiéndolo con su versión de los hechos que ha afirmado que "se ajusta a la realidad".

Para la Fiscalía, ha quedado acreditado con las declaraciones de los agentes que detuvieron y trasladaron al acusado a la Comisaría, que el procesado no actuó bajo la influencia del alcohol ya que cuando fue detenido no olía al alcohol.

Por ello, para el Ministerio Público procede imponer para el acusado una pena de 20 años de cárcel por un presunto delito de asesinato con alevosía y tres por tenencia ilícita de armas, ya que "hay una persona a la que se ha matado sin motivo ni razón", ha agregado.

Participación en grado de autor

Por su parte, la acusación particular ha coincidido con el Ministerio Público en que el acusado tuvo una participación en grado de autor en los hechos debido a que, de común acuerdo con su tío, fue a buscar las armas con las que posteriormente acabaron con la vida de la víctima.

También ha destacado el hecho de que, tal y como ha señalado una de las peritos que reconoció al presunto autor de los hechos, éste le manifestase que mostraba arrepentimiento y dolor por lo sucedido. Es en este punto cuando la abogada de la acusación particular ha dicho dirigiéndose al jurado que "una persona no se arrepiente si no ha hecho nada".

Esta parte pide para el acusado 25 años de cárcel por un delito de asesinato, al contemplar las agravantes de alevosía y ensañamiento y tres por tenencia ilícita de armas. Además, y de forma subsidiaria por si el jurado declara inocente al procesado, le considera como "cómplice" de los hechos y pide una condena de 15 años de prisión por la muerte y casi dos años por la tenencia ilícita de armas.

"no se lo esperaba nadie"

Por contra, la defensa de J.M.I. —que también ha elevado a definitivas sus conclusiones—, ha negado que su patrocinado estuviera de acuerdo con su tío afirmando que los disparos que este último le propinó a la víctima "no se los esperaba absolutamente nadie".

Según ha apuntado el letrado, la "gran pregunta" que hay que responder en este proceso es si el acusado y su tío se pusieron de acuerdo para asesinar a la víctima, algo que, ha añadido, el propio acusado desmintió durante su declaración en el juicio al afirmar que ni siquiera sabía que su tío llevaba una pistola.

Finalmente, el abogado ha manifestado que, pese a lo que sucedió "no tiene justificación", "si hay un atisbo de realidad en lo sucedido es que ocurrió entre personas que habían bebido en exceso", ha concluido.

La Defensa pide la libre absolución de su defendido y, subsidiariamente, la eximente incompleta por estado de intoxicación por bebidas y drogas.