Los funcionarios de la Agencia Tributaria que participaron en la investigación del caso 'Malaya' han insistido este martes en que parte de las aportaciones realizadas por dos empresarios "a la caja general" del presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, fueron a parar a la compra de lotería premiada, al menos la cantidad de 384.000 euros.

Estos dos investigadores han explicado, también a preguntas de la Sala, que, tras analizar la supuesta contabilidad de Maras Asesores, "no existe otra manera" de obtener el dinero para esos boletos "porque no hay Tesorería en la organización". Han puntualizado que "no viene del saldo de un mes anterior ni de una aportación del señor Roca".

"Lo que existen son dos aportaciones —de dos empresarios, uno de ellos acusado en la causa— y con esas se cubren distintos gastos, entre ellos la cantidad que va a la compra del billete premiado en Los Alcázares", han indicado, apuntando que el saldo en la caja de la oficina en ese momento era, según siempre esos archivos analizados, era de 7.292 euros.

Respecto a otros premios ingresados, siempre en cuentas de familiares de Roca, como su mujer y su hija —ambas acusadas—, han asegurado que "se ha intentado" buscar las cantidades en los archivos que controlaba y en las cuentas "pero el señor Roca disponía de los fondos sin identificar". De hecho, han manifestado que "lo que nos llamó la atención" es el anterior apunte.

Uno de los funcionarios ha explicado que "una persona que ha comprado un billete es titular al portador de un derecho"; mientras que el otro ha apuntado que "tendría que tener mucha confianza en la persona a la que entrega el billete para que ingrese en mi nombre en un banco, porque teniendo ese billete es el legítimo agraciado". "Es como dinero en efectivo", han apuntado.

También ha declarado al respecto un inspector de la Udyco Costa del Sol, que llevó gran parte de la investigación, quien ha asegurado que no es posible tener pruebas directas en los delitos de blanqueo de capitales, por lo que ha indicado que existe "una actividad indiciaria, en la que nos exigimos varios indicios, cuantos más mejor".

Este agente ha considerado, en su comparecencia como testigo, que la adquisición de boletos de lotería o juegos de azar premiados es una operativa típica del delito de blanqueo de capitales, pero ha indicado que "no es una práctica sofisticada", sino más bien "burda", en el sentido de que "no tiene una complejidad ni requiere de sociedades o fiducias".

Respecto a la situación en Marbella, ha vuelto a afirmar que de la investigación iniciada en 2005 por mandato judicial "afloró una masiva actividad delictiva, perfectamente organizada, articulada con actos delictivos en el ámbito del Ayuntamiento y la subsiguiente relación con el blanqueo". Ha incidido en la existencia de un entramado "a nuestro juicio criminal, porque su fin es la comisión delictiva", apuntando que en los años 90 había esta actividad y hubo investigaciones previas "por delitos urbanísticos y malversaciones". RELOJES

Este funcionario ha declarado también sobre el acusado Sabino Falconieri, que según la acusación pública vendió relojes y otros objetos a Roca por valor de más de 1,5 millones de euros, quien ha considerado que en el análisis de las relaciones comerciales existen "indicios de blanqueo", ya que "la propia adquisición del reloj es ya un acto de blanqueo", al considerar que se compran con "fondos presuntamente delictivos".

Ha apuntado que si luego, a su vez, se vuelve a transformar en el mercado legal "es un segundo acto de blanqueo". Ha significado, como ya hicieran otros investigadores, que indiciariamente existirían en estas relaciones comerciales una doble finalidad, el blanqueo del dinero y, posteriormente, con los relojes, "preparar actos de corrupción en el ámbito municipal".

Los funcionarios de Hacienda han declarado también sobre los datos que constan en los denominados archivos Maras respecto a este acusado y han negado que les consta que sean relojes de segunda mano adquiridos en ferias en el extranjero. Han dicho que "difícilmente" con los importes de compras registrados se podrían haber realizado las ventas que se reflejan en los archivos.

Asimismo, han indicado que de 1997 a 1999 éste "no declara rendimientos" en la declaración de la renta y como empresario sólo declaró en 1999. No obstante, han explicado, sí se vinculan al procesado con unas salidas "de invisibles o comerciales" en las Islas Caimán, manifestando que la identificación se realiza a través del DNI.