Un juez de Sevilla ha ordenado el ingreso en prisión de seis de los 14 detenidos por la Policía Nacional por su pertenencia a una activa organización criminal de atracadores asentada en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra y que actuaba en toda la provincia, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, que han señalado que la red usaba vehículos sustraídos en Ciudad Real, entre otros lugares.

Las mismas fuentes han detallado que, tras pasar a disposición judicial, un Juzgado de Instrucción de la capital hispalense ha decretado el ingreso en prisión de seis de los detenidos, a los que la Policía imputa, además de su pertenencia a una organización criminal, cinco atracos y su participación en otros ilícitos penales como robos con fuerza, tenencia ilícita de armas, delitos contra la salud pública, contra el patrimonio histórico y estafa.

Asimismo, han puesto de manifiesto que el resto de los detenidos, un total de ocho, han sido puestos en libertad con cargos. La operación se inició a mediados de junio, cuando tuvo lugar un asalto en una vivienda en Alcalá de Guadaíra protagonizado por cinco individuos que portaban armas de fuego, pasamontañas y que maniataron a las dos mujeres residentes en ese domicilio, a las que no dejaron de amenazar de muerte para sustraer dos kilogramos de oro en joyas y dos teléfonos móviles.

A raíz de este hecho, la Policía comenzó con las gestiones indagatorias, pudiendo concretar la existencia de una banda organizada dedicada a la comisión de delitos contra el patrimonio asentada en Alcalá de Guadaíra. El análisis y estudio pormenorizado de su organización y de su forma de actuar dieron como resultado la identificación de todos los integrantes y la localización de todos los domicilios.

Los cabecillas de la organización fueron detenidos en un domicilio de la barriada de las Tres Mil Viviendas, cuando se escondían de la Policía, mientras que el resto de los integrantes del grupo criminal fueron detenidos en una intervención simultánea en sus domicilios.

Uso de armas de fuego

Este grupo criminal estaba perfectamente organizado, con un 'modus operandi' establecido para la comisión de todos sus actos delictivos, pudiendo establecer los investigadores una serie de elementos comunes a todas las actuaciones, como son el uso de armas de fuego, o el carácter violento de los detenidos, que maniataban a las víctimas aunque se encontraran en superioridad numérica o fueran personas vulnerables por la edad.

Asimismo, los agentes pudieron comprobar que la organización contaba con una infraestructura de desplazamiento basada en vehículos previamente sustraídos por todo el sur de España, Sevilla, Málaga y Ciudad Real, principalmente, así como que la red había establecido un lenguaje cifrado para referirse a sus actividades así como a las armas de fuego o a la droga. Además, existía una jerarquía, compuesta por el cabecilla, un segundo, hombre de confianza de éste, y una red de informadores

Tras las primeras investigaciones, se pudo comprobar la relación de los integrantes de esta banda criminal con delitos de tráfico de drogas, vendiendo la sustancia que previamente sustraían a pequeños narcotraficantes de la zona.

Durante el dispositivo, se intervinieron dos pistolas; un revólver; dos pistolas simuladas; un rifle del calibre 22; tres escopetas, dos de ellas recortadas; munición para armas largas y cortas de los calibres 9, 22 y 38 milímetros; 73,5 kilogramos de marihuana; más de 40 papelinas con cocaína y heroína; balanzas, útiles y sustancias de corte; joyas, y 3.000 euros en efectivo.