Ernesto Alterio: "Si mi padre no hubiera sido actor, yo quizá no me dedicaría a esto"

  • Asegura que le gusta tanto el drama como la comedia y que de vez en cuando necesita volver al lugar en el que creció como actor, el teatro.
  • Alterio protagoniza la obra 'Yo, el heredero' que se representa estos días en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Ernesto Alterio, caracterizado para la obra 'Yo, el heredero'.
Ernesto Alterio, caracterizado para la obra 'Yo, el heredero'.
Luis Malibrán
Ernesto Alterio, caracterizado para la obra 'Yo, el heredero'.

Reflexivo y analítico. "Muy de comerme el tarro", como él dice. Ernesto Alterio no puede negar que es argentino. El actor vuelve a los escenarios con Yo, el heredero, una comedia dramática sobre la herencia y la caridad cristiana. Una historia de un extranjero venido del mar...

¿Cómo es Ludovico Ribera, su personaje?

Un tipo extraño que ha viajado durante toda su vida y al que su padre abandonó de niño. Después de 30 años regresa a Nápoles y, allí, paseando por la calle, presencia el funeral de su padre. Decide entonces reclamar la herencia que le pertenece. Pero detrás hay una sofisticada vendetta porque considera que a su padre le usurparon la posibilidad de desarrollarse como hombre. Mi personaje destapará las hipocresías de la sociedad burguesa.

¿Qué paralelismos tiene la obra con la sociedad actual?

Eduardo de Filippo habla de que quien ayuda al otro lo hace para esclavizarlo. En la sociedad actual, los bancos te ayudan, pero te esclavizan también.

Siempre se ha dicho que la comedia es más difícil que el drama, ¿usted cuál prefiere? Abordo los dos de forma muy natural. Me gusta encontrar lo trágico de la comedia y lo cómico de lo dramático. Esto ya lo decía Jack Lemmon. La vida es una tragicomedia con un final anunciado.

Empezó en teatro con 18 años y, aunque ha hecho otras cosas, siempre vuelve. ¿Es adictivo?

Para mí es una necesidad volver al lugar en el que he crecido como actor. En el teatro se me puede ver con todas mis posibilidades, más que en el cine, donde hay tantos filtros y trucos. Sobre un escenario no hay intermediarios entre lo que el actor hace y el público.

Héctor Alterio, su padre, dice que intentó encauzarle hacia algo de provecho, pero no lo logró.

(Risas). Si mi padre no hubiera sido actor, quizá no me dedicaría a esto. Fue un deseo que me costó asumir. El otro día, cuando estrenamos, me lo volví a preguntar: ¿por qué estoy pasando estos nervios? (risas).

¿Todavía sufre en los estrenos?

Un poco. Pero es necesario. Como el torero antes de salir a la plaza. Da mucho respeto ponerse delante de la gente y jugártelo todo.

¿Qué consejo le dio su padre?

No suele darlos: él transmite diciendo muy poco. Cuando comencé en cine me dijo que fuera siempre con el texto aprendido y que consiguiera una silla. En los rodajes se espera un montón.

Si no hubiera sido actor...

Hubiese sido músico. Toco el piano desde los cinco años. Cuando mi madre estaba embarazada de mí se examinaba para octavo de piano. La proximidad de esa tripa a las teclas tuvo mucho que ver... y salí sabiendo tocar. Fue un problema porque creía que sabía y no toleraba que me enseñaran. Eso retrasó mi formación.

¿Cuál ha sido el momento más emotivo de su carrera?

Estaba en Palencia e iba caminando del hotel al teatro. Llevaba siete años de profesión y en ese momento tomé conciencia de que era actor.

  • Ernesto Alterio representa la obra Yo, el heredero en el Teatro Mª Guerrero (Madrid).

Biografía

Hijo del actor Héctor Alterio, nació en 1970 en Argentina. El cineasta Fernando Colomo le dio su primer papel importante en Los años bárbaros.

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