Los delitos contra la seguridad colectiva, y más en particular aquellos vinculados con la seguridad vial, han experimentado un incremento del 44,02 por ciento en lo que va de año, tras pasar de 661 en 2010 a 952 en los primeros ocho meses de 2011, lo que se concreta en 291 infracciones penales más.

Los datos han sido presentados este viernes en rueda de prensa por el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, quien ha vinculado este repunte a un exceso de confianza aparejado a una intensificación de los controles y ha hecho un llamamiento al esfuerzo colectivo para mitigar las cifras.

En concreto, según datos de Delegación del Gobierno, el mayor incremento se produjo en infracciones por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, apartado en el que este año se contabilizaron 612 delitos frente a los 415 de 2010, lo que supone un repunte del 51,33 por ciento.

A continuación se sitúan los delitos por conducir sin permiso o tras haber perdido la vigencia, que pasaron de 213 en 2010 a 302 este año, un 41,78 por ciento más.

Por su parte, la conducción temeraria experimentó un incremento del 1,01 por ciento con 15 delitos registrados este año, frente a los catorce del pasado ejercicio y 23 conductores se negaron a a someterse a la prueba de detección de alcohol o drogas, un 1,21 por ciento más que en 2010.

Paralelamente, el número de detenidos por este tipo de conductas experimentó un incremento del 13,96 por ciento, con 201 detenciones más. De este modo, entre los meses de enero y agosto la Guardia Civil detuvo 1641 este año y 1440 en 2010.

Por el contrario, Trevín ha valorado los descensos registrados en delitos contra el patrimonio (6,07%), contra las personas (2,89%), contra la libertad (9,09%), y falsedades (20,41). Asimismo, las faltas descendieron un 11,94 por ciento en agosto con relación al mismo mes del año anterior y la tasa de esclarecimiento de delitos pasó del 53,39 en agosto de 2010 al 55,22 por ciento el mes pasado.

Con independencia de los datos, el delegado del Gobierno ha insistido en que Asturias es la comunidad autónoma con menos delitos registrados, en términos estadísticos, durante el último año.