¿Qué es mejor al amortizar la hipoteca, acortar plazo o cuota?

  • Reducir cuota o plazo no tiene las mismas consecuencias.
  • Financieramente es mucho mejor acortar el plazo de la hipoteca, porque pagamos menos intereses que si reducimos cuota.
Billetes de 500 euros.
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Billetes de 500 euros.

¿Cuántos hemos soñado que recibimos una herencia, que nos toca la lotería o que ganamos un concurso en la televisión? Los hipotecados que ven su sueño hecho realidad y reciben una importante cantidad de dinero lo primero que les viene a la mente es destinar parte del dinero a amortizar capital de la hipoteca.

La duda que surge cuando se realiza dicha amortización es: ¿reduzco el plazo o la cuota de la hipoteca?

Responderemos a esta pregunta con un caso práctico. Para simplificar el caso supondremos que no hay inflación.

Supongamos dos escenarios opuestos:

1.   Euríbor hipotecario en mínimos actuales: el euríbor es muy bajo y se sitúa en 1,541 %.

2.   Crecimiento del euríbor: el euríbor alcanza su umbral máximo y se posiciona en la cota del 5%.

Tomemos una hipoteca con las siguientes características:

  • Plazo: 30 años.
  • Hipoteca solicitada: 200.000 €.
  • Tipo de interés: euríbor + 0,75%.
  • Comisión por desistimiento parcial (amortización parcial): 0%.

Escenario de euríbor bajo

Suponemos que el euríbor se mantiene constante (cosa que nunca ocurre, pero es útil a efectos explicativos), la cuota hipotecaria sería de 766,26 euros, siendo el tipo de interés que pagamos del 2,291% (1,541+0,75).

A los 10 años de hipoteca nos tocan en la primitiva 10.000 euros, con los que decidimos amortizar capital de la hipoteca. El director de nuestra sucursal nos plantea dos opciones:

1.   Acortar el plazo de la hipoteca. En este caso se reduce el plazo en 1 año y 7 meses. La última cuota que pagaríamos a los 28 años y 5 meses sería de 222,97 euros, siendo todas las anteriores de 766,26 euros.

2.   Reducir la cuota mensual. A partir del décimo año pasaríamos a pagar 715,55 euros mensuales (50,81 euros menos que antes de la amortización).

Veamos la cantidad total que pagamos en cada caso al final del préstamo hipotecario (a partir de la amortización de capital realizada):

- Acortando el plazo acabamos pagando 168.799,54 euros (si sumamos todas las cuotas desde el momento de la amortización), de los cuales 31.055,79 euros son intereses.

- Si reducimos la cuota pagamos 171.732,14 euros en total, siendo 33.988,4 euros los intereses pagados.

La diferencia de intereses entre un opción u otra es relativamente baja, de 2.912 euros repartidos en el plazo restante de la operación hipotecaria.

Euríbor en máximos

Mensualmente se paga una cuota de 1.148,64 euros, ya que el tipo de interés es igual a 5,75% (5+0,75).

Pasados 10 años tenemos 10.000 euros para amortizar el capital pendiente. Nos planteamos el tipo de amortización que nos conviene más:

1.   Acortar el plazo de la hipoteca. Se reduce 2 años y 1 mes. La última cuota que pagamos a los 27 años y 11 meses es de 1.090,33 euros, mientras que las anteriores equivalen a 1.148,64 euros.

2.   Reducir la cuota mensual. A partir del décimo año empezamos a pagar 1.079,58 euros mensuales, una diferencia de 69,06 euros menos.

Veamos la cantidad total que pagamos en cada caso al final del préstamo hipotecario (a partir de la amortización de capital realizada):

- Acortando el plazo acabamos pagando 246.898,89 euros (si sumamos todas las cuotas desde el momento de la amortización), de los cuales 91.332,64 euros son intereses.

- Reduciendo la cuota pagamos 259.100,22 euros en total, de los cuales nada más y nada menos que 103.533,98 euros son intereses.

La diferencia es de 12.201,34 euros, lo que evidencia el esfuerzo adicional que supone para los hipotecados un escenario de tipos altos. Convendría más acortar el plazo para pagar finalmente menos intereses que con la otra opción.

Conclusión

Con el ejemplo realizado lo primero que vemos es que financieramente es mucho mejor acortar el plazo de la hipoteca, porque pagamos menos intereses que si reducimos cuota. Pero en el ejemplo no se tiene en cuenta el coste de oportunidad, es decir, las alternativas de inversión a la amortización de la hipoteca.

En función de la oferta de depósitos a plazo fijo que haya en la actualidad, puede ser más rentable invertir los 10.000 euros a una imposición a plazo fijo que nos dará unos intereses al vencimiento. Si los intereses que nos ofrecen son más elevados que los que pagamos es más interesante invertir en un IPF.

Cuando la diferencia se invierta, es decir, cuando paguemos más intereses de la hipoteca de los que nos ofrece el depósito, deberemos amortizar parte del capital.

Otra alternativa es la de quedarse con los 10.000 euros como liquidez. Esta opción es la mejor cuando una familia pasa por una situación económica delicada, de forma que le compensará más tener el dinero disponible para hacer frente a los gastos hasta que mejore la situación financiera.

La última alternativa es reducir la cuota mensual en lugar del plazo, que suele hacerse cuando se quiere reducir el importe de gastos mensuales o cuando tenemos previsto vender en un futuro no muy lejano.

Debemos tener presente que reducir cuota o plazo no tiene las mismas consecuencias, si reducimos cuota acabamos pagando más intereses y todavía más a medida que incrementa el euríbor hipotecario.

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