La proximidad de los exámenes de septiembre lleva a los universitarios a apurar al máximo el tiempo. Por ello, desde el pasado lunes es habitual encontrarse desde primera hora de la mañana con colas para coger sitio en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga (UMA), en el campus de Teatinos.

La Biblioteca General inició su plan de apertura especial para la preparación de los exámenes de septiembre el pasado lunes, siendo el único espacio universitario cuyas instalaciones están al servicio de los estudiantes durante esta época.

De hecho, debido a la crisis, no abren ahora las bibliotecas de ciertas facultades, como la de Ciencias, que en años anteriores también estaba de guardia y ofrecía horarios especiales en esta época. "La difícil situación económica ha hecho que sólo la General preste este servicio", ha señalado a Europa Press Eladia Redondo, responsable de atención al público de esta instalación.

Asimismo, y también por motivo de la crisis, Redondo ha manifestado que "se trata del primer año que la biblioteca ha estado cerrada durante el mes de agosto, ya que producía más gastos que beneficios". De todos modos, como ha precisado, "hasta después de la Feria de Málaga —terminó el pasado día 20—, a los estudiantes no les entran las prisas por estudiar".

La Biblioteca General dispone de 580 plazas, que se llenan "casi antes de abrir las puertas", ya que suelen formarse "importantes colas de jóvenes, que aproximadamente desde las 08.00 horas van llegando, con el objetivo de poder coger un sitio en el que estudiar", ha declarado.

Horarios más demandados

De este modo, se registra un mayor índice de estudiantes sobre todo por la mañana y después de almorzar. Así como, entre las 00.00 y las 03.00 horas, momento a partir del cual va disminuyendo la presencia de alumnos en las mesas de la Biblioteca General.

Sobre la polémica que suscita la falta de puestos, Redondo ha indicado que, "aunque un sitio en la biblioteca no puede estar más de 15 minutos vacío, se trata de una situación problemática, ya que es muy difícil distinguir a la persona que va a estudiar en serio del

típico gracioso que va a pasearse".

"Aunque en lo que llevamos de semana no se ha producido ningún incidente de esta índole, en años anteriores hemos tenido que avisar a seguridad para que solucionaran problemas derivados por esta falta de espacio", ha comentado Redondo.