Trabajadores de Locsa y empresa reanudan el diálogo este viernes con el debate de ERE para 40 empleados

A la suspensión cautelar de traslado a Barcelona de ocho empleados de CCOO, se unen otros tres trabajadores de UGT
Trabajadores De Locsa En Una De Sus Acciones Reivindicativas
Trabajadores De Locsa En Una De Sus Acciones Reivindicativas
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Trabajadores De Locsa En Una De Sus Acciones Reivindicativas

Los trabajadores de Locsa, centenaria factoría metalúrgica cordobesa que su actual propietaria, la multinacional italoalemana KME, quiere cerrar y prescindir de sus 120 empleados, y los representantes de la entidad reanudan este viernes la mesa de negociación abierta el martes, en un segundo encuentro que debatirán la posible aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 40 empleados.

Así lo ha destacado a Europa Press el presidente del comité de empresa de Locsa, Francisco Pozuelo, quien ha precisado que "si hay acuerdo entre los trabajadores y la dirección de la empresa, previsiblemente se pondrá en marcha un ERE que de cobertura a los empleados que se puedan quedar sin empleo".

De este modo, acuden a la reunión "con las mejores pretensiones, sabiendo la postura de la empresa, pero siempre pensando que habrá que negociar lo mejor para los trabajadores con ayudas, negociar diez prejubilaciones y tratar los traslados a otros centros —por el momento suspendidos cautelarmente—".

Una vez estudiado qué cantidad de empleados se incorporan a Barcelona, en principio once; a Alemania y a Italia, otros once en total; así como los trabajadores que se incorporen a la fundición, "todos los demás restantes se tendrían que acoger al ERE", puntualiza Pozuelo, al tiempo que explica que la entidad ofrece de indemnización un total de 45 días por año trabajado en 42 mensualidades.

Al respecto, esperan llegar a un acuerdo para la viabilidad de la fundición, donde se pueden perder 30 puestos de trabajo, y quieren negociar que la edad de jubilación, que afecta a diez empleados, sea de 50 años, por los 56 que propone la entidad.

Entretanto, el representante de los trabajadores ha celebrado que el juzgado de lo social haya suspendido cautelarmente el traslado de tres empleados por parte de UGT a Barcelona que se une a la suspensión de los otros ocho de CCOO, que estaban fijados todos ellos por la entidad para finales de agosto, de manera que "ya nadie tiene la urgencia de que el día 29 se tiene que incorporar al puesto de trabajo en Barcelona".

En este sentido, el secretario general de UGT Córdoba, Antonio Fernández, ha participado este jueves en la reunión que han mantenido trabajadores representantes del sindicato en KME Locsa para hacer un análisis de la situación actual que atraviesa la empresa, durante la que han conocido la suspensión del traslado de los tres trabajadores a Barcelona.

Por ello, Fernández ha manifestado en una nota a los trabajadores "el apoyo y solidaridad de todos los organismos de UGT", así como el deseo de que se mantenga el mayor número de puestos de trabajo, tanto en Córdoba como en Barcelona. Los representantes sindicales han recibido en el transcurso de la reunión el Auto del Juzgado de lo Social número 1, con fecha de este jueves, en el que se deja en suspensión la decisión empresarial consistente en el traslado de los actores a la provincia de Barcelona, "una noticia que ha sido acogida con gran alegría por los trabajadores, al haberse conseguido paralizar estos tres traslados forzosos".

Por otra parte, el secretario general de UGT Córdoba ha mostrado su "esperanza" en la reunión que se mantendrá este viernes en Sevilla con la empresa, y a la que asistirá el comité de empresa y los máximos responsables sindicales de ámbito regional.

Un encuentro en el que también se tratará de nuevo que "la empresa pague la liquidación atrasada del mes de julio", acción a la que, según Pozuelo, "se han negado". No obstante, cree "necesaria" la mesa de negociación y hablarán con KME con "la idea de que Locsa no se cierre". '

Locsa no se cierra'

En este sentido, los trabajadores han acordado mantener vivo el lema de 'Locsa no se cierra', que ha marcado todas sus movilizaciones desde que el pasado abril KME anunció que iba a cerrar su planta cordobesa, alegando unas pérdidas acumuladas en los últimos cuatro años de 17 millones de euros, que ahora ha elevado a 20, al contabilizar el primer semestre de 2011.

Después de que la empresa presentara un ERE que afectaba a toda la plantilla y que la Junta rechazó al no verlo justificado, y tras el anuncio de KME de que instará concurso de acreedores para Locsa, los trabajadores no se van a rendir y, según ha subrayado Pozuelo, van a "intentar meterle el dedo en el ojo a la empresa, usando las leyes".

También piensan aprovechar en su favor "el apoyo incondicional del Ministerio de Industria y de la Junta de Andalucía", pues, según ha recordado el sindicalista, las administraciones públicas están dispuestas incluso "a ayudar económicamente en todo lo posible para continuar la actividad, con un nuevo modelo industrial, sin ningún problema", y los trabajadores utilizarán esa baza y cualquier otra legal que tengan a su alcance, "para parar este envite de la empresa", que la pasada semana despidió a 12 trabajadores y decidió el traslado forzoso de otros once a sus instalaciones de Barcelona.

Frente esta estrategia de KME, los trabajadores de Locsa siempre han destacado que la fábrica cordobesa es viable y rentable a plena producción y que incluso podría generar más empleo, una vez recuperados los clientes y las líneas de distribución de su producción de laminados y derivados de cobre y zinc en cuatro continentes, que KME había desviado en favor de sus factorías de Italia y Alemania, siendo esa la razón por la que la multinacional no estaría dispuesta, según los trabajadores, a dejar Locsa en manos de otro inversor, para que no le haga la competencia.

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